Érase una vez un genio

Crítica de María Paula Iranzo - Cine Argentino Hoy

En literatura existe un tipo de estructura llamada “narración enmarcada” que está desde que la imprenta es imprenta: Las Mil y una Noches, El Decamerón (Bocaccio) y Los Cuentos de Canterbury (Geoffrey Chaucer) son varios de los grandes ejemplos a lo largo de la historia. Por otra parte, films como La Princesa Prometida (Rob Reiner, 1987) y La Crónica Francesa (Wes Anderson, 2021) demuestran el uso de este mismo formato en el lenguaje cinematográfico; tal como lo es Érase una vez un genio, dirigida por George Miller (Mad Max), que se estrena en cines la semana del 8 de septiembre.
Alithea (Tilda Swinton) es una narratóloga -la narratología es el estudio de las formas narrativas- que está muy conforme con su vida. En un viaje de trabajo encuentra una pequeña vasija de vidrio de donde emerge un genio (Idris Elba), quien le promete concederle tres deseos para poder ser libre. Al ser erudita, ella sabe que todo este tipo de relatos terminan mal, por lo que no hará ninguno. El genio, ante esto, decide contarle su propia historia, tan fantástica como las que Alithea leyó durante su vida.
Basada en los cuentos cortos de la novelista A. S. Byatt, la cinta se apoya sobre los hombros de los talentosos protagonistas que siempre tienen el condimento correcto para llevar adelante estos proyectos.
Sin embargo, es dentro de los relatos secundarios donde el film parece brillar más, esto se debe a la dirección de fotografía a cargo de John Seale, quien ya trabajó con el realizador en Mad Max: Furia en el camino. Los colores toman mucha más vida que la sosa habitación de hotel, donde tanto Alithea como el genio pasan la mayoría del tiempo, lo que puede fatigar al espectador si no fuera por la química entre Swinton y Elba.
En donde falla la narrativa, valga la redundancia de esta crítica, es en el final. Resulta un poco cansador notar que varios momentos simulan ser la conclusión cuando en realidad no lo son. Se pierde el enfoque de lo importante.
Por último, es necesario destacar el mensaje que hay en el fondo de estas historias dentro de historias, donde el conformismo está fuera de moda y la imaginación marca tendencias.