Entre navajas y secretos

Crítica de Marcelo Cafferata - El Espectador Avezado

Rian Johnson, después de dirigir filmes de géneros tan diferentes como “Los Estafadores – The Brothers Bloom” con Adrien Brody y Rachel Weisz, la notable “Looper: Asesinos del futuro” y recientemente, uno de los capítulos de la saga de Star Wars con “Star Wars: Los últimos Jedi”, se pone no sólo detrás de la cámara sino a cargo de guion para dar vida a una comedia de suspenso como “ENTRE NAVAJAS Y SECRETOS”, que se presenta como una nueva vuelta de tuerca al clásico “whodunit” (Quien lo hizo?).
Todos los elementos están puestos al servicio de que la receta funcione perfectamente y Johnson es muy hábil como para distribuir las piezas del rompecabezas y seguir ese mecanismo de relojería que remite al mejor estilo de Agatha Christie, en donde una serie de personajes se encuentran atrapados en un lugar cerrado, se comete un asesinato y cada uno de ellos tiene suficientes motivos como para ser el perfecto asesino.
Dejando de lado la flema inglesa que le imprimía la legendaria Christie a todos sus personajes, Johnson apuesta a un estilo más cercano a la comedia, con algunos momentos de situaciones disparatadas que hacen pensar a otra referencia más contemporánea como “Clue - Los siete sospechosos”, aquel divertido filme con guion de John Landis basado en el juego de mesa homónimo.
En el centro de la historia aparece Harlan Thrombey, un famoso escritor de novelas de misterio y dueño de una importante fortuna, quien reúne a toda su familia en su imponente mansión para festejar todos juntos su cumpleaños número 85. Pero al día siguiente, aparecerá muerto en su habitación y todo parece indicar que aparentemente se ha suicidado.
Rápidamente llegará la policía para comenzar a investigar el caso y junto con ellos, acudirá el investigador Benoit Blanc (a cargo de Daniel Craig) quien comenzará a entrevistar a cada uno de los miembros de la familia dentro de la mansión, en ese típico procedimiento que dentro del cine y la literatura referencia inevitablemente al infalible Hércules Poirot, el detective que ha protagonizado 33 novelas de Agatha Christie y más de 50 relatos cortos que lo han convertido en un perfecto ícono para este tipo de relatos y a quien Rian Johnson rinde un perfecto homenaje.
Uno a uno iremos escuchando los testimonios de su hija Linda (Jaime Lee Curtis explotando cada arista de su personaje), que ha hecho una extensa carrera en el mercado inmobiliario avalada por su padre, pero que carga en sus espalda con el peso de un marido algo vividor (Don Johnson) y el bon vivant de su hijo Ransom (Chris Evans).
Conoceremos también a su hijo Walter (Michael Shannon, a cargo quizás de un papel menos sobresaliente) que concurre al cumpleaños con su esposa y su hijo adolescente y también está presente Joni, su nuera (Toni Collette), viuda de su tercer hijo que sigue en contacto con la familia y asiste con su hija, la nieta de Harlan, Meg (Katherine Langford a quien vimos en la serie “13 reasons why”).
Una de las piezas fundamentales que completan el cuadro y que se encuentra fuertemente involucrada es su enfermera Marta (Ana de Armas, a quien vimos en “Blade Runner 2049” y a quien pronto veremos en “No time to die”, la última producción de la saga de James Bond), que fue la última que lo ha visto con vida cuando subió a su habitación para darle la medicación.
No solamente será una pieza fundamental dentro de la historia por lo que suceda a partir de esa dosis de medicación sino que su papel dejará al descubierto la ostensible diferencia de clases que se plantean a partir de este personaje (quien además tiene una importante diferencia de edad con Harlan y de quien los hijos presumen que puede haber habido algún íntimo flirt) y los lazos familiares más convencionales, que hacen que la frase de “te queremos como si fueses de la familia” pase a ser, sencillamente, una de las sentencias más irónicas dentro de la historia.
En esa lucha de poder, toda la familia comenzará a dividirse y a apartarse del duelo para interesarse fundamentalmente en el testamento que dividirá entre ellos la fortuna que ha amasado este magnate dentro de la industria editorial, con la publicación de sus propios libros.
Poco a poco y con mucha inteligencia y destreza, el guion de Johnson va develando las motivaciones que tiene cada uno de los personajes para ser el potencial asesino de Harlan: aparecen, tangencialmente, la presencia de los pecados capitales y descubriremos que dentro de la mansión aparecerán rápidamente la avaricia, la ira, hay soberbia, un toque de lujuria y por sobre todo, la envidia atraviesa notablemente a más de uno de los asistentes.
Dos piezas fundamentales como el excelente manejo de los flashbacks y de los diferentes puntos de vista que irán reconstruyéndose en los interrogatorios, serán las que nos permitan como espectadores, ir completando ese rompecabezas propuesto dentro del tablero del juego que el guion irá desplegando a través de los momentos claves que tengan cada uno de los personajes dentro de la historia.
Indudablemente “ENTRE NAVAJAS Y SECRETOS” no solamente es sólida desde el entramado de sus historias internas, sino que las actuaciones de un elenco de estrellas soñado, permiten que cada uno de los personajes sea completamente creíble y tenga el peso necesario dentro de esa trama coral que plantea Johnson alrededor del asesinato.
Tanto Jamie Lee Curtis como Toni Collette tienen momentos de especial lucimiento dentro del elenco femenino aunque son Don Johnson y Daniel Craig los que entregan composiciones mucho más complejas y que juegan permanentemente al filo del desborde, logrando la contención exacta para que sus criaturas luzcan verosímiles y reales.
También sorprenden dentro del nivel de excelencia que logra el elenco, la dupla más joven a cargo de Ana de Armas y Chris Evans y la desopilante participación de K Callan (recordada por “American Gigolo” “Un toque de distinción” o como la madre de Superman en la versión televisiva de “Lois & Clark” en plenos ’90).
Lo único que puede objetarse es una extensión de más de dos horas que no la favorece y que, dentro del esquema que propone, se apega demasiado en los clásicos del género que pretende homenajear, y el intento de modernizar y versionar la propuesta, se logra sólo parcialmente: Johnson incluye mucho más humor y acierta en algunos tonos novedosos en los diálogos y sobre todo en la construcción de los personajes adolescentes de la familia, que escapan a las convenciones del género y le permiten despegar de la receta clásica.
“ENTRE NAVAJAS Y SECRETOS” es un producto brillante que reúne a un gran elenco pero que, de todos modos, no termina de tomar nuevos riesgos para crear una versión que se apoye en los grandes clásicos pero que presente innovaciones profundas para poder relanzar el género acorde a los tiempos que corren.