Entre dos mundos

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es una película israelí, de la directora Miya Hatav que nació en el seno de una familla religiosa ortodoxa y luego cambió sus costumbres. Este film tiene gran resonancia autobiográfica. Un atentado en Jerusalén, un hombre muy joven que es operado con éxito pero sigue en coma. Este hecho anuda el argumento del film. El hombre joven alejado del fanatismo religioso de su familia vive con una novia árabe. Desde el hospital avisan a su familia biológica, que no se separa de su lado. Por eso su novia debe fingir ser familiar de un hombre mayor, también en coma, para estar cerca de su amado. Así entabla una relación con su futura suegra, ocultando su origen árabe. Las dos mujeres y el secreto que las une pueden comunicarse. La madre ha tenido inquietudes, cuestiona a su marido en especial con la relación con su hijo. Cuando se descubre la verdad habrá rechazo pero también una esperanza de comunicación. Armado con el suspenso de un Thriller, basando el relato en la sabiduría femenina, resaltando el valor de los sentimientos se transforma en un film interesante y jugado. Aunque su mirada sobre los judíos ortodoxos tiene una benevolencia que ellos no suelen utilizar. Buenas actuaciones, y una sostenida emotividad que nunca pierde su nivel.