Enterrado

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Enterrado es una de las mejores películas de suspenso que pasaron por el cine en este 2010 y demuestra claramente lo que se puede hacer en el género cuando detrás de cámara hay gente creativa de verdad.
Acá presentaron una historia totalmente atrapante con un tipo enterrado vivo durante los 95 minutos que dura el film.
No hay trampas.
Ni escenas de flashbacks ni momentos protagonizados por otros personajes que aparten al espectador o le den descanso de la pesadilla que vive el personaje principal.
Ryan Reynolds está solo todo el tiempo en la pantalla y la historia siempre se narra desde su perspectiva.
El trabajo que hizo el guionista Chris Sparling es brillante. Se necesitan nervios de acero para sentarse a escribir algo así y lograr que el cuento nunca decaiga.
En este caso es como que se alinearon todos los planetas para que todo saliera bien, ya que labor del director y de Reynolds no es para nada menor.
Enterrado es una experiencia interesante para disfrutar en el cine.
Salvo que te encierres en una baulera con un televisor las emociones que experimenta el protagonista las vas a vivir con mucha más intensidad en una sala de cine.
Es algo similar a lo que pasaba con REC, si la primera vez no la descubrís en el cine no es lo mismo.
Lo interesante de este estreno es que el guión está tan bien construido y Ryan Reynolds lleva tan bien la película que el cuento brinda distintas emociones.
Si alguien dudaba de la capacidad para actuar de este tipo después de ver este film va a cambiar de opinión porque acá brindó el mejor trabajo de su filmografía.
La trama es tan intensa que el único personaje que vemos en cámara atravieza por todo tipo de emociones durante el conflicto y un actor mediocre no hubiera podido sostener cinco minutos este relato.
Hay momentos de pánico, otro más emotivo e inclusive logran que te rías con algunas cosas increíbles que le pasan a Reynolds cuando intenta comunicarse con el celular que tiene.
Me encantó esta película y me hizo recordar a la experiencia de ver El juego del miedo por primera vez que lograba que te olvidaras de todo y sólo te concentraras en lo que estabas viendo en la pantalla.
Algo que pocos estrenos de este género, especialmente lo del cine norteamericano, logran últimamente. Esta es una de las buenas.
Una gran propuesta de suspenso que para mi se va a destacar entre los mejores estrenos de este año.