Enterrado

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Una obra tan intensa, como perturbadora

Si alguien dijera que un film transcurre en tiempo real, en un sólo escenario y con un solo protagonista, no parecería ser demasiada atractiva la propuesta, pero nada más equivocado.

El film comienza con la pantalla en negro absoluto y una respiración muy acelerada de alguien y esto no es un dato menor, ya que todo el film es un fenómeno de construcción de los espacios tanto visibles como el fuera de campo. Sonido e imagen.

Tanto con el diseño sonoro como por la excelente fotografía, es tan prolija y prodigiosa la utilización de la cámara y del montaje que en ningún momento es cuestionable la tergiversación de espacio. Sabemos, cuando nos ponemos a pensar el film, que la locación en que se filmó, no es estrictamente un cajón, que el espacio esta falseado, pero eso sólo después, en el mientras tanto estamos atrapados y lo creemos. Sólo hay una escena donde deliberadamente el espacio diegetico del filme se muestra distorsionado, pero tiene más que ver con el punto de vista del personaje que con la historia en si.

Este no cuestionarse el verosímil del filme, se debe en gran medida al trabajo actoral y compromiso corporal de Ryan Reynolds quien nos mantiene en atención permanente durante toda la proyección.

Cuando con los primeros haces de luz, provenientes de un encendedor, nos encontramos con un hombre joven, encerrado en una especie de cajón peleando por liberarse estamos inmersos en una especie de empatía con el personaje.

La historia de Paul Conroy, quien se despierta dentro de un ataúd, enterrado, no sabe ni por qué, ni donde, y en ese momento vibra un celular.

Todo lo que tiene es ese encendedor y el celular, con el intenta comunicarse con el exterior, es lo único que posee para lograr escapar a la trampa.

De a poco el espectador va enterándose de las razones, y el guión inteligentemente no se queda en la mera descripción de la situación, apela y con muchos recursos narrativos tanto literarios como cinematográficos para sentar posición de descripción de una realidad cotidiana como ideológica.

Tal es así que sería muy difícil encuadrar en algún género específico al film, ¿es terror? ¿Suspenso? ¡Drama?

Durante los noventa minutos que dura el film, el espectador pasará por todas esas sensaciones y esa es la intención del director que a su vez sabe utilizar los elementos tecnológicos de maravilla, ese celular no es sólo un celular, es también un espacio visual, por imágenes que vemos a través de ese aparato nos enteramos de datos importantes y que hacen a la progresión dramática del filme.

Asimismo los responsables utilizan todos los medios, desde la mencionada excelente fotografía, hasta la banda de sonido que incluye ese diseño y pasando por los diálogos, concretos y reales.

Un film claustrofóbico, intenso, agobiante, perturbador, muy bien realizado.