Enterrado

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Con su indudable halo de singularidad cinematográfica, Enterrado ofrece una pieza con pocos parangones, lo que sin dudas es un buen punto de partida. El otro es su trasfondo acerca de la política exterior norteamericana y los negocios corporativos que genera la guerra en Oriente Medio, aspecto que le otorga al film algún toque de denuncia. Pero más allá de eso, el producto global que ofrece esta película del español Rodrigo Cortés responde cabalmente, a pesar de que en este caso no lo haya hecho a través de un guión propio, al caracter llamativo, burbujeante y siempre pretendidamente original que ha llevado adelante en su corta y veloz trayectoria. Que ahora lo ha llevado a filmar por vez primera con una figura actoral estadounidense, aunque este no sea un film producido en Hollywood, circunstancia que ya está a punto de llegar en su carrera. En sus varios y notables cortometrajes, como Yul, Los 150 metros de Callao, y el documental apócrifo 15 días, Cortés ha desplegado esa idea del cine en la que el artificio es más importante que el contenido, lo cual se extendió a su atrayente ópera prima Concursante, con un estupendo protagónico de Leo Sbaraglia, pese a ello no estrenada aquí.
Y Enterrado era un proyecto ideal para este cineasta autodidacta y talentoso, que supo sacarle el jugo al ingenioso y claustrofóbico guión de Chris Sparling acerca del conductor de camión que despierta dentro de un viejo ataúd de madera, enterrado vivo y acompañado por unos pocos elementos, como un celular de última generación pero con poca batería, una linterna con falso contacto y un encendedor. Cosas que a veces le serán útiles en su situación y otras no tanto, mientras mantendrá diálogos a veces sordos con sus captores árabes, sus rescatistas norteamericanos, su contacto para la empresa en la que trabaja y su mujer. Con pasajes angustiantes y dramáticos, una esforzada labor de Ryan Reynolds, un final negro y sorprendente –aunque no tan original-, y una sostenida tensión, Enterrado es un brillante ejercicio cinematográfico. Pero esto no siempre da por resultado un gran film.