Enredados

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

La extraña de pelo largo

Filmada en tiempo récord –tardaron dos años cuando el promedio para este tipo de producciones es de cuatro- Enredados es el film número 50 de los estudios Disney y el primero en construir una princesa completamente digital. La historia se nutre del cuento clásico Rapunzel de los Hermanos Grimm con una serie de modificaciones tendientes a imprimirle mayor grado de acción y cierto aggiornamiento con los tiempos que corren.

La raíz argumental fue respetada por los directores Nathan Greno (Bolt) y Byron Howard (Mulan y La familia del futuro), quienes contaron con las voces para los roles principales de la cantante Mandy Moore y Zachary Levi para el personaje de la princesa Rapunzel y el ladrón Flynn Ryder respectivamente. En la versión doblada aparecen en los créditos Danna Paola y Chayanne.

Más allá de la técnica digital que es impecable sobre todo en la elaboración de secuencias de bailes y coreografías que implican un gran número de personajes en escena, la característica más relevante de este nuevo producto la constituye la idea del movimiento. Este elemento predominante en todo el largometraje se puede apreciar hasta en los detalles de la larga y rubia cabellera, que sin lugar a dudas es un personaje más dentro de la trama. Un dato curioso es que se convocó a la experta en software en cabelleras digitales, Kelly Ward, para dejar una marca de distinción.

Tampoco esta vez se desacertó en la introducción de las canciones (la mayoría a cargo de Mandy Moore en la versión original) ni tampoco en los personajes secundarios que operan como alivios cómicos: el camaleón Pascal y un caballo -medio perro porque mueve la cola y tiene un olfato privilegiado- llamado Maximus.

Si en La princesa y el sapo existía la reivindicación de la cultura afroamericana, en este caso podría afirmarse que la relevancia de los personajes femeninos los dota de carácter quitándole el sayo de elemento secundario, aspecto que se subvierte en los roles masculinos como en el caso del ladrón y de otros personajes de menor fuste.

En apariencia es hora de heroínas y no tanto de cuentos de hadas por lo que se desprende en este relato que compensa el universo mágico de las maldiciones y los hechizos con acciones de destreza física y drama generacional incluido porque el enfrentamiento entre la adolescente sobreprotegida y su madre sustituta es clave en las decisiones que la protagonista toma.

No obstante, del cuento clásico de los hermanos Grimm se tomó la historia de la bruja Madre Gothel (Donna Murphy) quien se apropia de una niña recién nacida llamada Rapunzel, cuyas propiedades mágicas de su pelo -que crece cada vez que canta- son únicas. So pretexto de protegerla del mundo exterior y de cualquier amenaza externa, la encierra en una torre, inaccesible desde afuera. La única manera de subir allí es colgándose de la extensa y rubia melena de la joven, quien sueña con salir alguna vez del encierro y conocer las estrellas. Así las cosas, el ladrón de la corona que pertenece a la princesa Rapunzel -sin que ella lo sepa- Flynn Ryder (en el relato original es un príncipe) en plan de huida va a dar con la torre y a partir de allí ambos se enredarán en una aventura con condimentos para la platea infantil, segmento del público a quien está dirigido el film.

Como película de animación digital -tanto desde las texturas como de los colores- Enredados supera los estándares entregando un despliegue visual poco habitual; como clásico reciclado y adaptado para estos tiempos también resulta efectivo, aunque tal vez su público sea solamente infantil.