Encuentro explosivo

Crítica de Fernando López - La Nación

Mucha acción para tan poca historia

Cameron Diaz y Tom Cruise, la pareja con poca química que protagoniza la comedia Encuentro explosivo

El encuentro no es muy afortunado, y no sólo por los contratiempos que le acarrea a Cameron Díaz tropezarse con un Tom Cruise en plan de agente secreto, sino porque desde un principio se hace evidente que entre los dos no existe demasiada química.

En cambio, explosiones sobran, como sobran corridas vertiginosas -por tierra, mar y aire- en toda clase de vehículos, muchos de los cuales terminan haciendo piruetas antes de convertirse en chatarra, derritiéndose en medio de una bola de fuego o desintegrándose pieza por pieza mientras se obstinan en persecuciones similares a las que hemos visto en cientos de producciones de Hollywood tan poco memorables como ésta.

James Mangold parece creer que una comedia de acción (etiqueta que le calza a Encuentro explosivo mejor que la de thriller romántico, dada la falta de romance que hay en la película), resulta más eficaz cuanto más impactos acumule. Sólo quienes coincidan con él en ese aspecto (y los fans incondicionales de Cruise y Diaz, claro), hallarán algún motivo de interés en la película; a los demás la sobredosis les resultará contraproducente, sobre todo porque no hay historia que la justifique.

Entre James Bond y Roy Miller, que quiere ser su émulo y por eso recorre escenarios exóticos, emplea armas sofisticadas y mantiene la calma y el humor mientras intercambia disparos en todas direcciones, hay más de una diferencia. Aquél tenía licencia para matar; éste parece tener la obligación de hacerlo. Aquél nunca desatendía a la(s) chica(s) bonita(s) que le tocaba(n) en suerte; éste está tan ocupado defendiéndose de los enemigos que le brotan de a cientos, que le queda poco tiempo para romances. Y eso que fue por su culpa que la pobre June, enamorada (y también experta restauradora) de autos de colección, se ha metido en medio de una guerra entre el FBI, agentes secretos, traficantes y mafias varias. Todos andan detrás de una superbatería experimental chiquita como una pila doble A pero capaz de proveer de energía a una ciudad entera.

El inconsistente libreto (que incluye apenas indicios de romance) no resiste el menor análisis, pero hay acción sin freno y eso, para los responsables del film, parece suficiente.