Encanto

Crítica de María Paula Iranzo - Cine Argentino Hoy

Disney ya tiene acostumbrado al joven espectador a que tiene que salir al mundo para buscar su propósito, a lo Moana. Sin embargo, en este caso en particular, el viaje es más interno. Encanto, la película de animación, es uno de los estrenos de la semana del 25 de noviembre.
¡Bienvenidos a la Casa mágica de la Familia Madrigal, donde hasta las baldosas dan los buenos días! Conozcan a la Abuela Alma con sus tres hijos, Pepa, Bruno y Julieta. Quienes integran la tercera generación son Camilo, Dolores, Antonio y, la protagonista de la historia, Maribel. Excepto por ella, todos tienen un don especial para contribuir a la comunidad, gracias a un milagro ocurrido en aquel pueblo que debía refugiarse de conquistadores. El problema comienza cuando peligra el legado de la familia, y es Maribel quien decide tomar las riendas y hacer lo posible para salvar el Encanto.
Lo que diferencia esta película de las demás es su conflicto principal, ya que la protagonista no tiene deseos de explorar el mundo, sólo de pertenecer. No hay que enfrentar ningún monstruo o semi-dios gigante, sólo a ella misma y lo que significa formar parte de una familia y de una comunidad como la que vive.
Para la música de Encanto no buscaron muy lejos para llegar al talento de Lin-Manuel Miranda, compositor de uno de los musicales más exitosos de los últimos años, Hamilton. El autor de raíces latinas hace florecer el elemento más original del largometraje. Todas las canciones son pegadizas, tanto que no sería raro que días después de visto el film, de tanto cantarla, ya se sepan todos los miembros de la familia Madrigal de memoria. Obviamente, los ritmos latinos son el menú principal, haciendo foco en la música colombiana, al estilo Carlos Vives, quien le pone voz a uno de los temas.
Y hablando de voces, el casting fue de primera. Desde Stephanie Beatriz (Brooklyn Nine-Nine) como Maribel hasta un magnífico y divertidísimo John Leguizamo como el Tío Bruno, pasando por Angie Cepeda, Wilmer Valderrama y Maluma. Todas las voces aportan lo suyo a cada personaje.
También la calidad de las animaciones son un aspecto importante, y es necesario mencionar el realismo, más que nada en las telas y tejidos de la ropa típica del país cafetero. En cada film de Disney, la vara siempre se alza un poco más.
Encanto encanta, valga la redundancia. Es una linda experiencia familiar de la que van a salir bailando y cantando de la sala.