Encandilan luces, viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Alejandro Gallo Bermúdez presenta su ópera prima Encandilan luces, viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños, un surrealista documental que sigue a esta banda correntina de Curuzú Cuatiá.
El film comienza en el pueblo rural de Curuzú Cuatiá donde surge la extraña fusión vanguardista de los Síquicos Litoraleños, un grupo que fusiona chamamé con un ritmo futurista, disfraces y un viaje astral.

El éxito under de sus canciones los lleva a rincones del planeta como Holanda o Inglaterra. Incluso a lanzar un álbum con un sello discográfico del Líbano.

Lo que tiene de interesante Encandilan luces, viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños es cómo va utilizando los testimonios de aquellos lugareños de Curuzú Cuatiá, cómo ha influenciado su música a otros grupos en el panorama nacional como Los Saltimbankis y también las respuestas y repercusiones en el público extranjero donde los catalogan como los «Pink Floyd de los pobres».

El trabajo de Bermúdez tampoco es ajeno a la psicodelia y extrañeza del grupo. El documental, a la par de los testimonios, conjuga escenas de archivo, música e imágenes que se fusionan con las letras de las canciones u otros elementos naturales.

Hay una idea de que cómo la banda no se toma en serio su trabajo, el film respeta la misma impronta. Por la manera que está editado, muchos podrían pensar incluso que estamos ante un documental falso. Esta idea divierte al espectador y se ríe ante lo absurdo de la historia.

Encandilan luces, viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños de Alejandro Gallo Bermúdez, es una road movie de los sentidos. Da datos e información sobre la banda pero, fiel al estilo de sus protagonistas, el director rompe la estructura de un documental clásico y deja que el espectador se deje llevar.