En los 90

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Jonah Hill se hizo un nombre en Hollywood como el gordito nerd y torpe de comedias pochocleras como Super cool, Un niñero sinvergüenza o Comando especial 1 y 2. Luego fue virando hacia proyectos más “prestigiosos” -El lobo de Wall Street, No te preocupes, no irá lejos o la miniserie Maniac- pero siempre desde el corazón de la industria. Por eso sorprende que este actor dos veces nominado al Oscar debute como director con una sensible película independiente que bien podría haber pasado por el Bafici.

Si En los 90 está íntegramente filmada en 16 milímetros no es por cuestiones de esnobismo, sino porque ese formato le da textura de época a este relato de iniciación que muestra a un chico de unos doce años en el pasaje de la infancia a la adolescencia. Sin amigos de su edad a la vista, con su joven madre soltera ausente o desbordada y sin comunicación posible con su irascible hermano de 18 años, Stevie encuentra refugio en un grupo de skaters.

Enseguida se convierte en la mascota de esa heterogénea pandilla de chicos mayores que él, suerte de guías en los rituales de hacerse grande, que incluyen la tríada de alcohol, drogas y sexo como ingredientes esenciales. Con un par de escenas y atención a los detalles, Hill consigue pintar -con ternura y sin juzgar- la personalidad de cada uno de los adolescentes. Y retratar la dinámica grupal, con el líder positivo, el líder negativo, los miembros que se limitan a acompañar las decisiones de los jefes, y el aspirante a ganarse un lugar.

Además de camaradería y complicidad, lo que exuda esa banda son altas dosis de lo que hoy -bienvenidos efectos colaterales de la ola feminista- se conoce como masculinidad tóxica. La necesidad de mostrarse siempre duro, fuerte y valiente para lograr aceptación; el desprecio a las mujeres salvo a la hora de llevarlas a la cama; la violencia como única posibilidad de expresar sentimientos; la acusación de maricón siempre latente ante la menor muestra de “debilidad”. Es decir, aplastar sensibilidades como la que Hill lleva a la pantalla.