En lo profundo del bosque

Crítica de Leo Valle - Malditos Nerds - Vorterix

Dos hermanas sobreviven a un apagón mundial en este drama canadiense.
No se dejen engañar: “En lo profundo del bosque” (“Into the Forest”, 2015) no es una película del género home invasion. Ni siquiera es una película de supervivencia pura. Es más bien un drama de situación ambientado en un futuro post apocalíptico que en lugar de mostrarnos el caos a gran escala como suele ser el caso, reduce su impacto a la vida de dos hermanas en una cabaña alejada de la civilización.

La película escrita y dirigida por Patricia Rozema (“Mansfield Park”) es una adaptación de la novela de Jean Hegland del mismo nombre que cuenta la historia de Nell (Ellen Page), una estudiante de medicina y Eva (Evan Rachel Wood) una bailarina recuperándose de una reciente operación. Ambas viven en medio del bosque con su padre (Callum Keith Rennie) en lo que parece ser un futuro no muy lejano – no hay un real establecimiento temporal, pero un par de pantallas “transparentes” dan la idea de futuro sin apelar a una gran producción.

Todo viene bien hasta que una noche se corta la luz. Y lo que parece ser una eventualidad no se resuelve, por lo que comienzan a circular (en la radio) los rumores y reportes de un ataque terrorista. Poco tiempo pasa antes de que Ellen y Eva se queden solas en la cabaña, enfrentando no solo la oscuridad, sino también teniendo que aprender a valerse por sí mismas.

Lo que sorprende de la película de Rozema es lo silenciosa que es. Estas dos hermanas son muy diferentes (no solo en el aspecto físico, que llama la atención) y las asperezas y la distancia no tardan en aparecer. Los conflictos, sin embargo, no giran alrededor de cuestiones de vida o muerte, sino por el contrario, están enfocados en situaciones simples, cotidianas, que explotan por el hastío, la impotencia y la frustración.

Page y Wood son el centro de la historia y construyen sus personajes de forma impecable, con una innegable química en pantalla. Eva es la más aniñada de ambas, que busca resguardo en la danza (a través de la cual comparte una conexión con su fallecida madre), mientras que Nell es la más metódica y madura, cargando con las responsabilidades sin mezquindad. Al mostrarnos el estado de las hermanas con cierta periodicidad (dos meses, seis meses, un año), la película nos permite ver el desarrollo de sus personalidades y su dinámica sin saltos bruscos. Es por eso que una de las vueltas de tuerca del final se siente orgánica y natural, más allá de lo extrema que parece en primera instancia.

En lo personal disfruté mucho más de la película en retrospectiva, una vez que me saqué la mochila de la expectativa. Los trailers nos muestran algo similar a un thriller cuando en realidad Rozema nos trae una historia de vida y (ligera) supervivencia en la que la tensión nace de la incertidumbre respecto de lo que pueden llegar a tener que soportar estas hermanas, más que de los hechos en sí. Y aunque la dirección por momentos toma decisiones cuestionables, una escena particularmente dura está filmada con un cuidado admirable sin quitarle crudeza y repulsión, que vale la pena destacar.

“En lo profundo del bosque” ofrece una mirada diferente a una temática un poco gastada. Sí, vemos un supermercado saqueado y la crudeza humana, pero el foco está puesto en el amor y la esperanza – a su manera. No esperen grandes escenas de acción, sino un relato pausado y melancólico que (hay que decirlo) llega a los cines locales más de un año después de su estreno original en Canadá, con todo lo que eso significa.