En lo profundo del bosque

Crítica de Alan Schenone - Proyector Fantasma

Sobreviviendo desde el vínculo
Mientras se produce un un apagón mundial que pone en jaque a la civilización tal y como la conocen, las hermanas Nell (Ellen Page) y Eva (Evan Rachel Wood) viven en una casa junto a su padre. La casa se ubica dentro de un bosque alejado de la ciudad y deben sortear distintas adversidades de todo tipo para sobrevivir y seguir adelante. En lo profundo del bosque (2015), escrita y dirigida por Patricia Rozema, es una adaptación cinematográfica de la novela de homónima Jean Hegland de 1996.

Bajo la tutela creativa de Rozema, “En lo profundo del bosque” narra una historia que trata sobre las relaciones de los seres humanos, sus falencias, necesidades y costumbres. Limitadas por el previo abuso de la tecnología y la luz, las hermanas deben adaptarse a un mundo con otras necesidades, muy diferentes a las que estaban acostumbradas, ya que lo que conocían como mundo y civilización cambió totalmente en sus normas y ejes.

De por sí, el marco construido por Rozema, desde su puesta en escena, fotografía y dirección, se basa en los sentimientos, emociones y dramas que aqueja al par de hermanas ante la perdida, la soledad y la incertidumbre. Un thriller que desarrolla todo su potencial a partir de las grandes interpretaciones tanto de Ellen Page como de Evan Rachel Wood, en un contexto que cambia sus necesidades a medida que pasa el tiempo y la tolerancia.

El film recorre un camino lineal y horizontal en cuanto a su narración. Empujada por el aparato sonoro y su tono minimalista, la película nunca decae en su relato ni en la atención del espectador, ya que a cada momento, sus protagonistas se ven afectadas a distintas confrontaciones a superar, ya sea desde el aspecto humano, psicológico o de supervivencia.

La música de Max Richter es un motor que lleva en alza al film aunque, por momentos, debido a la carga dramática y emocional vista en escena, resulta tediosa y densa. Su uso reiterativo para acumular tensión en pantalla se termina exponiendo al resultar explicita y pesada. Por otro lado, la fotografía de Daniel Grant recorre el inmenso escenario del bosque como material de reflexión, creación y el escape del ahogo por situaciones difíciles. Del mismo modo ocurre con el interior de su hogar, cotejado por los colores y matices, reflejando el deterioro en su infraestructura a medida que pasa el tiempo. Este desgaste también se nota con las protagonistas.

En lo profundo del bosque recorre los recovecos más profundos y dramáticos de una sociedad cuando pierde la noción de civilización a través de escenas extremas y dramáticas relacionadas la concepción de la humanidad. Allí brilla y deslumbra el desempeño de las protagonistas. En refugiarse a su condición humana impulsada por el amor y acompañamiento familiar, ante un escenario cada más decadente.