En el barrio

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Mucho antes de alcanzar el estrellato en Broadway con «Hamilton», Lin-Manuel Miranda fue el encargado de realizar las letras y las canciones de «In The Heights», un musical escrito por Quiara Alegría Hudes, que fue todo un suceso en el mundo teatral norteamericano, comenzando con un recorrido en el off-Boradway hasta llegar a la escena principal y alzarse con varios premios Tony. 14 años después de su estreno en las tablas llega una adaptación cinematográfica que vuelve a profundizar en la comunidad latina, principalmente en las personas oriundas de República Dominicana, Puerto Rico y Cuba que residen en la parte norte de Manhattan, conocida como Washington Heights. Aquel barrio es un reflejo de lo importante que es la comunidad latinoamericana en EEUU y principalmente en la ciudad de New York.

El largometraje dirigido por Jon M. Chu, director de «Crazy Rich Asians» (2018) y algunas secuelas de la saga de «Step Up» (2006), parece ser una elección acertada para ponerse al frente de esta historia, ya que además de tener algo de experiencia en el género también supo representar y hacer gala de un discurso diverso (aunque algo polémico para cierto sector del público) en su film de 2018 que representaba a la comunidad oriental en EEUU. Obviamente que no todas las comunidades tienen los mismos orígenes o conflictos para retratar en pantalla y algunos pueden considerar que la producción podría haber ido tras un director latino para la ocasión, no obstante, el film presenta la supervisión de la creadora de la obra (Hudes) que además de producirlo fue la encargada de reescribir y actualizar el guion, así como cuenta, además, con la supervisión de Lin-Manuel que también oficia de productor.

«In the Hights» cuenta prácticamente la misma historia que la obra original (con ligeros ajustes motivados por el cambio del contexto sociocultural) donde un grupo de inmigrantes busca abrirse camino en la convulsionada ciudad de New York. Usnavi (Anthony Ramos) es el narrador de la película que le cuenta a sus hijos la historia de su juventud. Una historia que cruzará caminos con la de varios vecinos y colegas del barrio, cuando él atendía un mercado en Washington Heights. La historia se desarrolla durante un caluroso verano, donde ocurrió un apagón en toda la ciudad, y donde el deseo de volver a la patria de sus ancestros (República Dominicana) era más fuerte que nunca. Sin embargo, su sueño de cambiar de panorama en búsqueda de algo mejor no es el único. Nina (Leslie Grace) había transitado ese camino previamente y ahora regresa a su casa después de dejar su carrera en la universidad de Standford y teniendo que afrontar esa imagen de «chica que lo logró» para asumir la frustración de haberlo intentado y fallado. Vanessa (Melissa Barrera), el interés romántico de Usnavi, busca salir del barrio y perseguir una carrera en la industria de la moda. Benny (Corey Hawkins) sueña con tener su propio negocio y Daniela (Daphne Rubin-Vega) decide mudar su peluquería al Bronx luego de que le cancelen su contrato de alquiler. Estas son algunas de las historias que reúnen a este grupo de conocidos que son descendientes de las primeras generaciones de inmigrantes latinos, y que notan que su barrio ya no es lo que era y como todo tiende a una especie de gentrificación de la zona. También en el lugar aparece la figura de la Abuela Claudia (Olga Merediz), una matriarca del barrio que siempre se preocupó por amadrinar a los chicos huérfanos del barrio y ayudar a los más necesitados.

Obviamente entrarán en juego y se irán yuxtaponiendo las diferentes subtramas con la historia de Usnavi, en un ejercicio narrativo que tiene algunos toques novelescos pero que son acompañados de atractivos y optimistas números musicales que irán con un nivel de euforia y un enorme despliegue visual a los que Jon M. Chu ya había demostrado en algunos de sus relatos anteriores. Por otro lado, la mezcla de ritmos latinos que consigue Miranda por medio del merengue, la salsa y el hip hop (el sello distintivo del artista) hacen que además de lograr melodías pegadizas y seductoras, el musical tenga una personalidad inusitada.

Probablemente, lo que hace que el film se destaque es cómo su tratamiento nos recuerda a los musicales del viejo Hollywood (principalmente a «West Side Story» con los que tiene algunos puntos en común) pero con una temática y una aproximación musical tan ecléctica como moderna. Una película como «In The Heights» resulta tan necesaria en estos momentos para poder darle voz a cierto sector de la sociedad, compuesto por personas marginadas que solo quieren ser escuchadas y/o incluidas.

Si bien hay cierta manipulación narrativa y emocional (especialmente en el final del largometraje), la obra compone una de esas experiencias cinematográficas alegres y contagiosas que tanto bien nos puede hacer en esta época pandémica. Un film que se nutre del talento involucrado detrás de las cámaras para poder hacer una más que correcta trasposición al medio audiovisual y un enorme compromiso de parte del elenco, entre los que destaca la mayoría, pero especialmente Anthony Ramos en el rol principal.

«In The Heights» es un musical vibrante y sumamente disfrutable que funciona más en sus aspectos musicales y visuales que en lo estrictamente narrativo. Aun así, es una obra completa que tiene su costado reflexivo a nivel social y el sello característico de Lin-Manuel Miranda que quedará resonando en la mente del espectador durante un largo tiempo.