En busca de la ciudad perdida

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

La riqueza de la cultura inca

Un documental "geográfico" que presenta uno de los grandes misterios de la humanidad, es lo que devela este trabajo, que recorre algunos de los centros históricos (y turísticos) más valiosos de Perú.

La película de Fernando Martínez está íntegramente guiada por la voz en off de un narrador, que va detallando parte de la historia de lo que se ve de un fascinante material.

Es así que la cámara va recorriendo lentamente el lago Titicaca, con sus islas flotantes y sus casas y embarcaciones de totoras, en las que viven los descendientes de los aymarás, que aún subsisten de la caza y de la pesca y le cantan al turista con particular encanto algunas de sus temas ancestrales en su idioma ancestral.

CUZCO SECRETO
También la cámara recorre la ciudad de Cuzco de la que a noventa y seis kilómetros se encuentran las ruinas de Machu Picchu, toda una proeza de la arquitectura de los incas, con sus amplias terrazas para sembrados, sus perfectas edificaciones de piedra y el diseño de una ciudad que se dividía en un sector agrícola y otro urbano.
Las ruinas de Ollantaytambo, o las de Sacsay Huaman, con sus rocas gigantescas y perfectamente encastradas realmente asombran, lo mismo que la antigua Iglesia de Santo Domingo, en Cuzco, edificada sobre lo que fue el templo del Sol, de los incas.

"En busca de la ciudad perdida" es un documento imperdible para quienes quieren acercarse a la cultura peruana y en especial a Machu Picchu, porque permite un viaje detallado y hace conocer un paisaje que parece de "otro mundo", todo desde la butaca del cine.