EMOJI: la película‏

Crítica de Marcos Guillén - Cuatro Bastardos

“Emoji, La película” Un comercial de 86 minutos.
Una intrincada red comercial se tejen alrededor de las producciones, no es noticia. La habilidad para ocultarla tras una interesante premisa haciendo de ellas parte del espectaculo es hablididad que han demostrado más de un estudio con mucho éxito…
Como en los filmes sobre figuras de reconocidas marcas de juguetes, la inteligencia está en hacer de ellos los depositarios de ideas que renueven el juego, que den una bocanada de aire fresco a un chiche que perdió el encanto. The Lego Movie (2014) y su spinoff The LEGO Batman Movie (2017) supieron redescubrir lo divertido de esos juguetes dándoles un auténtico baño de socarronería. Pues parece que muchos entendieron, o así pareció, que no era el personaje en cuestión sino más bien lo que haría con él.
Eric Siegel y Anthony Leondis, los guionistas de este film lo hicieron sin la menor simpatía por esto. Porque si hay algo claro en el mensaje de esta historia no es otra que los almibarados tópicos con que se sigue sosteniendo que debe entretenerse a los infantes, con una falta total de respeto por su inteligencia o si quiera con lo que les produce placer. Sumado a un personaje que pudo ser interesante cuando fue novedad hace ya mucho tiempo, un emoji. Pero vayamos a la historia:
Los protagonistas habitarán la tierra de Textopolis, donde todos los emojis favoritos de la gente cobran vida. Todos los personajes tienen una sola expresión facial a excepción de Gen, un emoji que nació sin filtro y se llena de múltiples expresiones. Para lograr ser normal, Gen se embarcará en una aventura o “app-ventura”, junto a sus amigos Hi-5 y Jailbreak.
Hay sin embargo una intención y es innegable que se intenta exponer a los niños a una realidad actual que es el romper con los cánones establecidos y ser por propia decisión uno mismo, aceptar, comprender, lograr vincularse desde lo que sos y no lo que se espera que seas. Pero que se pierde en tanta cantidad de lugares comunes que abruma por lo plano con que son argumentados. Tanto el universo digital, por llamarlo de alguna manera, como el humano, aquel que utiliza estas aplicaciones, se los muestra sin más conflicto que un emoji mal enviado, una espantosa muestra de un White People Problems. Ni que hablar de ese horrible doblaje que debemos soportar en el que a los personajes les ponen acentos latinoamericanos, forzando aún más los chistes fáciles sobre dicción, un horror. En definitiva es un film olvidable, prácticamente realizado a las apuradas o como un largo comercial de venta de aplicaciones telefónicas, con personajes amontonados para lograr que el monto exprese tanta cantidad de referencias actuales que son insultantes. La hacker Jailbreak, princesa liberada de su condición que promete empoderamiento femenino o su amigo “Dame Cinco” que pretende ser el alivio cómico a una historia que se supone lo ha sido desde el principio. Sin un sentido visual atractivo, carente de emoción y poco arriesgada no es un film para niños porque los aburriría hasta el hartazgo, ni para adultos que no tendrán la mínima intriga de como termina todo, simplemente querrán que lo haga.