Emergencia en el aire

Crítica de Diego Martínez Pisacco - CineFreaks

Virus a bordo.

Hay quienes buscan en el cine surcoreano una alternativa válida a los productos adocenados de Hollywood debido a su creatividad incesante, su inspiración para fusionar géneros con no poca audacia y un notable nivel técnico que no tiene nada que envidiarle al de sus colegas de EE.UU. La industria asiática no escatima en medios de producción para entretener a su público y un filme como Emergencia en el aire (2021) es prueba fehaciente de ello. Escrita y dirigida por Han Jae-rim, esta película apunta todos sus cañones a una audiencia masiva dispuesta a dejarse llevar por las emociones de una historia que, si bien no aporta ninguna novedad, cumple a conciencia con su propósito. Es verdad que no estamos en presencia de uno de los mejores exponentes de esa cinematografía ya que el guion no esquiva los lugares comunes vistos hasta el hartazgo en decenas de filmes de temática afín, y la burda manipulación del último acto conspiran para que el resultado no raye a mayor altura. Por eso Emergencia en el aire está lejos de ser una obra redonda, aunque no carece de virtudes, particularmente en los dos primeros actos (sin duda, lo más sólido del trabajo de Han Jae-rim).

El argumento abreva en material harto conocido, concretamente parece una mezcla de la fundacional La hora trágica (Zero Hour!, 1957), cuyos derechos fueron comprados por los realizadores de ¿Y dónde está el piloto? (1980) que la usaron allí de esqueleto para descerrajar una andanada de gags brillantes, con el preocupante tópico de un virus que se desata en un vuelo de línea provocado por un lunático con experiencia en el rubro farmacéutico. De la primera copia la subtrama del piloto con pasado traumático que viaja como un simple pasajero y que, en determinado momento, deberá afrontar sus fobias para hacerse cargo de aterrizar el avión con todas las dificultades imaginables. La trama principal usufructúa sin mucho miramiento todo lo que nos tocó vivir en tiempos recientes con el Covid-19 para generar un impacto adicional en una audiencia aún sensible por las consecuencias de semejante pandemia. Otro componente interesante es el político ya que ningún gobierno extranjero accede a que el avión tenga un aterrizaje de emergencia por los riesgos sanitarios para la población que esto conlleva. No se ahonda mucho en esta variable porque el film, recordemos, no deja de ser un pasatiempo y no un tratado sobre ética. No obstante, le da un tono realista al conflicto de fondo. Por ende, nos encontramos con una combinación de cine catástrofe (con un avión fuera de control, aún sin haber sido secuestrado), thriller de asesino serial (en una vertiente de bioterrorismo) e investigación policial (donde seguimos de cerca los esfuerzos de un equipo liderado por el detective In-ho, cuya esposa es una de las damnificadas en un típico recurso de guion para incrementar el dramatismo e involucrar de manera directa al personaje). No es brillante en ninguna de estas facetas de manera individual, pero Han Jae-rim hace gala de esa alquimia tan propia del cine surcoreano para que cada una de ellas se superponga fluidamente y funcione desde lo narrativo. No saldrán decepcionados quienes busquen un espectáculo dinámico, bien llevado y, casi siempre, muy bien actuado.

Bisang seoneon (o Emergency Declaration en inglés) cuenta con un gran elenco para darle carnadura a sus protagonistas. Del nutrido elenco voy a mencionar a tres actores. Como el policía In-ho tenemos al carismático Song Kang-ho, uno de los intérpretes coreanos más reconocidos en el plano internacional gracias a sus trabajos en Sympathy for Mr. Vengeance (2002), The Host (2006) y la ganadora del Oscar Parasite (2019), entre muchas otras. Su aporte es fundamental porque representa la perspectiva del espectador promedio y a medida que avanza el guion su compromiso corre a la par sumando incluso algún punto de giro inesperado. Otro actor esencial es el más hierático Lee Byung-hun, que aquí le da vida con exactitud al conflictuado piloto Jae-hyuk. Su desempeño es excelente, así como lo fue en muchas otras producciones como Joint Security Area (2000), A bittersweet life (2005), la obra maestra I saw the devil (2010) o las hollywoodenses G.I. Joe: el origen de Cobra (2009), Terminator Génesis (2015) o Los siete magníficos (2016). El último nombre para destacar es quizás el único punto flojo porque el también cantante y modelo Si-wan Yim se pone en la piel del joven psicópata Jin-seok con profusión de gestos arteros y miradas siniestras quedándose en la cáscara de un rol que daba para más. No supieron o no quisieron desarrollarlo con mayor profundidad.

Emergencia en el aire quizás no pueda equipararse con algunas de las mejores obras que nos ha legado la cinematografía surcoreana en tiempos recientes. La vara está muy alta y la película posiblemente no aspire a tanto. Los adeptos al género así lo entenderán y sabrán disfrutarla por lo que es.