Elysium

Crítica de Martín Torres - Fuera de campo

El hecho de que Elysium haya sido realizada y anunciada como “del director de Distrito 9″ no necesariamente es garantía de confianza. Ya desde los trailers la premisa y el look del film resultaba sospechosamente familiar. El trasfondo social es particularmente similar al de la primeria película del director Sudafricano Neill Blomkamp con la diferencia de que en este caso no hay alienígenas marginados de otro planeta sino que los marginados son los mismos terrícolas (pobres) que quedaron en la tierra mientras que la clase alta emigró a “Elysium”, una suerte de Edén interestelar. Dicho elitismo da pie a la típica historia del camino del héroe. Matt Damon tras ser contaminado por una enfermedad mortal y con tan solo 5 días de vida restantes se ve obligado a recurrir a Elysium para acceder a la tecnología médica de los ricos capáz de curar su mal.

El problema es que todos aquellos aciertos argumentales que en Distrito 9 se sentían frescos y originales aquí brillan por su ausencia. Por empezar resulta realmente complicado empatizar demasiado con el protagonista que con su simpleza y bidimensionalidad carece de carisma y recién en el tramo final tendrá la oportunidad de demostrarse héroe. La crítica social, que resulta ser el verdadero objeto de la película, peca de tibia y no lleva la misma fuerza que tenía el argumento de Distrito 9. Lejos de distinguirse del tópico de la película de acción/ciencia ficción cae en la mediocridad y hasta parece carecer de pretensiones y esfuerzo. Es como si Blomkamp hubiera activado el piloto automático intentando seguir con la inercia de su primer y anterior éxito.

Defectos aparte, no sería justo pasar por alto que los 109 minutos que dura el film son al menos una pasatista aventura futurista con sus justas y bien ejecutadas escenas de acción y hasta en ocasiones con unos tintes gore. Quizás sea que simplemente le exigimos demasiado a un director que todavía puede mostrar su talento en proyectos futuros. Un tropezón no es caída, y dentro de todo el tropezón no fue tan grande.