Ella se va

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Aventura con Mercedes

Suerte de combinación de comedia dramática con road movie, Ella se va seduce con su trama cambiante y singular pero fundamentalmente por la presencia magnética de la gran Catherine Deneuve. Abordando un rol sin tanto glamour, la Deneuve aquí es una mujer simple pero contradictoria: por un lado, se comporta como una adolescente, al abandonar de golpe su vida rutinaria y familiar, y por otro, demuestra madurez al no estar demasiado atada a su pasado de fulgurante reina de belleza. Al contrario de sus colegas, con las que se encuentra –muy a su pesar– en un revival periodístico y publicitario. Esa mujer con problemas financieros y una molesta relación con su madre posesiva hace eclosión, y con la clásica excusa de ir a buscar cigarrillos se lanza a una aventura no planeada con su viejo Mercedes. Pero su vida cambiará por el encuentro con un nieto al que no ve desde hace años, vínculo que dará pie a los mejores y más entrañables momentos de la película.

La también actriz y realizadora Emmanuelle Bercot (directora de la interesante Backstage) da la sensación de haber bosquejado una trama madre y luego haberse dejado llevar por lo que le proponían los caminos y paisajes de su país, los personajes y esencialmente el carisma y la persistente belleza de la legendaria intérprete francesa. Con aciertos expresivos y algunas lagunas, Ella se va es un film disfrutable, de la mano de una actriz fascinante y un convincente niño como partenaire.