Elefante blanco

Crítica de Susana Salerno - N3F

El director de Pablo Trapero (40 años), podríamos decir que forma parte del nuevo cine argentino. Comenzó su carrera con la realización de algunos cortos, y su primer largometraje fue “Mundo Grúa, 1998”, que lo llevo a obtener el primer galardón al mejor director en la primera edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires en el año 1999.

Sus películas son de corte realista, y realiza una pintura de distintos personajes que desarrollan actividades cotidianas. Destaca las injusticias que se cometen dentro de un contexto socio-económico perteneciente a la sociedad en la que viven sus protagonistas.

El título de este film hace referencia al gigantesco hospital que estaba lindante con la villa 15 en Lugano, que quedó inconcluso durante la gestión del senador socialista Alfredo Palacios, como asi también durante las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón. Se suponía que iba a ser el más grande de Latinoamérica y termino siendo una construcción abandonada y un asentamiento de emergencia.

Narra el compromiso asumido por dos sacerdotes católicos :Julián (Darín) y Nicolás (el actor belga Jérémie Renier) para ayudar a un grupo de personas que viven en la villa, en medio de la pobreza, la incertidumbre y la inseguridad, donde crece día a día la violencia de las bandas de narcotraficantes y un medio en el que todos quedan expuestos.

Es una historia atrapante y profunda, su montaje es bastante realista, la mayoría de los personajes son habitantes de la villa, y aquí ambos sacerdotes además de una asistente social Luciana (Gusmán) luchan con las necesidades básicas de las personas y se enfrentan a todos los conflictos que les aporta el lugar.

También ellos llegan a cuestionarse si su prédica los puede ayudar, lo intentan a través de la política, y en medio de la urbanización y de la construcción surgen las negaciones y los conflictos de intereses entre los delincuentes, políticos y la propia Iglesia.

Pero también por otro lado se puede observar al sacerdote Julián, que debe decidir entre la lealtad con su amigo y colega, quien le salvó la vida , y la atracción que tiene con la asistente social atea Luciana (Martina), de esta manera tiene una crisis de fe, como también lo vimos en los films: “Camila”( 1984), “Los fantasmas de Goya( 2006), y “El crimen del padre Amaro” (2002), donde una vez más se cuestiona el celibato. Tal vez uno de los problemas que se observan es que algunas problemáticas quedan inconclusas y sin resolución.

La película, con un presupuesto de 3,5 millones de euros fue rodada en diferentes localizaciones, como la barriada "Ciudad Oculta" en Buenos Aires-Argentina y la selva amazónica de Perú durante los meses de Noviembre, Diciembre y Enero, y cuenta con la participación de TVE.

En parte este film es un homenaje al Padre Carlos Múgica (7-10-1930 al 11-5-1974), argentino, vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970, y la mayor parte de su labor comunitaria fue en la Villa de Retiro.