El vuelo

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

¿Héroe o villano?

Tras un aterrizaje de emergencia en medio del campo gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el comandante Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es considerado un héroe nacional por la aerolínea y los pasajeros. Pero cuando comienza la investigación para determinar las causas de la avería, se averigua que el capitán tenía exceso de alcohol en la sangre y que puede ir a la cárcel si se demuestra que estaba en estado de embriaguez. “El vuelo”, dirigida por Robert Zemeckis (“Volver al futuro”, “Forrest Gump”, Náufrago”) es una película que centra su importancia en la trama y logra cautivar al público con una sorprendente historia de valentía.
Basada en una tragedia que enlutó a toda una sociedad, el filme captura la atención del espectador durante la primera media hora de manera ininterrumpida, aún sabiendo que el final es feliz. “El vuelo” comienza con una intensa escena de acción en la que el piloto salva milagrosamente a la tripulación con una maniobra maestra, que lo consagra como un héroe. Paradójicamente, el filme no logra levantar vuelo y planea en un cielo de lugares comunes que hasta incluye una historia de amor. Por su parte, Denzel Washington, nominado al Oscar por este papel, interpreta a un piloto alcohólico y drogadicto que debe enfrentarse con él mismo y con todo un país donde de víctima pasa a ser victimario.
De este modo, mientras se lleva a cabo la investigación para dilucidar la culpabilidad o no del piloto, éste debe tratar con su doble condición de salvador del vuelo y profesional negligente, a la vez que le hace frente a su vida solitaria, en la que alterna relaciones transitorias con una pareja también adicta y conflictiva (Nicole, interpretada por Kelly Reilly) y con su ex esposa e hijo adolescente.
Una película que muestra cómo el heroicismo de un piloto que con su maniobra logró superar un problema técnico, se diluye con el resultado de un análisis de sangre que da positivo en alcohol y cocaína. Lo destacable, además de la impecable interpretación de Washington, es que Whip Whitaker demuestra su doble triunfo, salvar a la mayoría de los pasajeros de la muerte y sincerarse con él mismo para descubrir su verdadera esencia.