El vuelo

Crítica de Hugo Fernando Sánchez - Tiempo Argentino

Un héroe herido y culposo

La idea de la salvación, presente desde siempre en el cine, es la vara rectora de la vuelta de Robert Zemeckis –Forrest Gump, Volver al futuro y sus incursiones por la animación como Los fantasmas de Scrooge y El expreso polar–, con una película que demuestra que está en su mejor forma y que su mirada sigue siendo piadosa con sus criaturas, aunque las muestre desesperadas, confusas y hasta culpables.

La idea de la salvación, presente desde siempre en el cine, es la vara rectora de la vuelta de Robert Zemeckis –Forrest Gump, Volver al futuro y sus incursiones por la animación como Los fantasmas de Scrooge y El expreso polar–, con una película que demuestra que está en su mejor forma y que su mirada sigue siendo piadosa con sus criaturas, aunque las muestre desesperadas, confusas y hasta culpables.
El vuelo es la historia sobre Whip Whitaker (Denzel Washington, nominado al Oscar por su excelente trabajo), veterano piloto comercial, alcohólico y adicto a las drogas, una vida que podría dar paso a un conflicto lineal, esto es, cómo las miserias del ámbito privado funcionan como la preparación para la tragedia.
Sin embargo, luego de un comienzo con el personaje en un festival de excesos, que da paso al estremecedor colapso de un avión de pasajeros en pleno vuelo y la maestría del piloto para evitar el accidente, el relato se complejizas y aborda cuestiones tales como el peso de la verdad, el juego entre los organismos de control, el sector privado y los sindicatos. Porque Whitaker es un héroe pero también es alcohólico y adicto, una combinación letal para el responsable de decenas de vidas.
Mientras rehuye la atención de los medios, el protagonista sigue sin tener relación con su hijo, batalla con su ex esposa y parece dispuesto a tocar fondo aferrado a la euforia de las drogas suministradas por un excéntrico dealer (enorme John Goodmano) y el comienzo de una relación amorosa con una heroinómana (Kelly Reilly). Un héroe herido, que parece querer hundirse.
Lo que hasta ese momento el film había presentado como una historia llena de meandros, barro, agachadas y contradicciones morales, que había logrado sortear las interpretaciones fáciles y de manual del cine mainstream, desemboca en un final aleccionador que no se corresponde con el resto del relato. El vuelo es una interesante película, que la mayoría de las veces arriesga y sorprende.