El viajante

Crítica de Pablo Flaherty - Cinéfilo Serial

Emad (Shahab Hosseini) y Rana (Taraneh Alidoosti) deben abandonar, junto al resto de los vecinos, el edificio donde viven, ya que éste se está colapsando y hay peligro de derrumbe.

La pareja, ante la imposibilidad de quedarse en su departamento, busca un nuevo lugar para habitar, tarea para nada fructífera. Babak, un amigo en común, integrante de la compañía teatral en la que también Emad y Rana forman parte, les propone que se muden a un departamento que él mismo alquila. Los protagonistas se mudan, conformes con el amplio espacio de la vivienda y aun sabiendo que las pertenencias de la inquilina anterior están guardadas en una habitación. El ignorar el pasado de la anterior ocupante provocará una situación que disolverá a cuentagotas la armonía de la pareja.

Así es como comienza “El viajante”, drama franco-iraní, dirigido y escrito por Ashar Farhadi, que competirá hoy representando a Irán como mejor película de habla no inglesa en la 89º edición de los Premios Oscar.

Recordemos que el director iraní, en el 2012, consiguió dicho premio con “La separación” (“Jodaeiye Nader az Simin”), además de un Globo de Oro como mejor película extranjera y, en el Festival Internacional de cine de Berlín, el Oso de Oro a mejor película y dos Osos de Plata (mejor actriz y mejor actor). No puede quedar en el tintero saber que en el Festival de Cannes del 2016, por “El viajante”, Shahab Hosseini y Farhadi obtuvieron premios, como mejor actor y mejor guión, respectivamente.

Sin entrar en detalles sobre la película, el derrumbe del edificio es tanto activador de la trama como metáfora del deterioro posterior de la pareja, y, como en el resto de su filmografía, Farhadi recurre a las emociones introspectivas de los personajes para hacer avanzar la acción. Esto se percibe a través de las angustias internas de Emad y Rana, permeabilizadas de forma tangible en sus rostros y sus acciones pero que, al mismo tiempo, se reprimen ante el ocultamiento de una verdad.
Este no desbocamiento de los sentimientos permite que “El viajante” transcurra y no eclosione con sentidos golpes bajos.

Puntaje: 3/5