El vengador del futuro

Crítica de Andrea Migliani - Puesta en escena

La remake del film que se estrenara en 1990 y cuyo protagonista fuera Arnold Schwarzenegger, hoy en la piel de Colin Farrell, no alcanza ni a demostrar por qué habría que contarla otra vez.

Por Andrea Migliani
Philip K. Dick seguro desearía levantarse para darles una zurra porque en la adaptación de su cuento “We Can Remember It for You Wholesale” que Paul Verhoeven dirigió y que en su idioma original se llamó Total Recall y, por estos pagos, El vengador del Futuro, no hay nada nuevo que deslumbre, salvo la incorporación de tecnología. Y sabemos que los efectos son a la ciencia ficción un recurso insoslayable, sobre todo si existen otras debilidades.

Aquí, los hechos ya no ocurren en Marte sino en la Tierra, post-apocalíptica o arrasada en la que se instala eso de remplazar humanos por ¿robots?, ¿autómatas?, bien, no sé sabe y no interesa porque los conatos de belicosidad entre grupos que se disputan el control son la base de esta nueva adaptación.

Obvio, Collin Farrell se aliará a la Resistencia en la disputa que sostiene con Federación Unida de Bretaña, colmada de sujetos de soltura económica y la Colonia, un lugar de excluidos de clase obrera y distintas razas. ¿Le suena? No hay que ir al futuro para ver eso, obviamente Farrell o Doug Quaid como se llama su personaje, no se sale de lo correcto y no alcanza. Habrá acción, algo de amor, poca profundización de las razones del conflicto y mucha nostalgia aún cuando uno haya visto una foto de Arnold de estos tiempos. Su director Len Wiseman, le pone voluntad pero no alcanza.

En fin, nada nuevo bajo el sol y sí tal vez, la pérdida de interés de los más jóvenes en ver la primera porque ésta no convence.