El vengador del futuro

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

UN LUCHADOR

Las posibilidades que ofrece la técnica son tantas, que cada vez hay menos historia y más efectos. Algo de esto sucede con esta remake de la estupenda película de Verhoeven. Ahora, con menos sorpresas y menos asunto, lo que brilla por encima de todo es el riquísimo despliegue de un filme que tiene una primera parte interesante, pero que va perdiendo vuelo por la larga y repetida sucesión de peleas y persecuciones. El cuento de Philip K. Dick es muy interesante: habla de un futuro gris y desolado y de una máquina que inyecta fantasías para que cada uno sea (¿o haya sido?) lo que quiere. Y dice -Borges lo había adelantado- que lo único que se puede modificar es el pasado. Y hacia ese ámbito se encamina este personaje que busca saber quién es a través de repensar lo que ha sido. Como siempre, el futuro que anticipa es demoledor: poder concentrado, restos de una guerra aniquiladora, corporaciones dominantes, ciudadanos maltratados, un sistema cada vez más corrupto a cargo de todo y una resistencia cada vez más frágil. Y todo en un paisaje gris, monótono, azotado por la lluvia, la desconfianza y una ciencia al servicio de los que mandan. El film se estira, pero la historia es sugerente y sigue interesando.