El valle del amor

Crítica de Sergio Araujo - Cinéfilo Serial

Seguramente, su principal gran atractivo y carta de presentación, es la de contar entre sus protagonistas con dos excelsos, prestigiosos y experimentados actores como lo son Gérard Depardieu e Isabelle Huppert. Este será el aspecto fundamental que impregna de una primorosa belleza espiritual al entramado simple y preciso que nos propone el film, ya que toda la historia que se nos presenta se abraza fuertemente al vínculo y relación que existe entre estos dos personajes. Una historia de amor y desamor, más bien cerca de un atractivo místico que de uno basado en los efectos, las explosiones y otros grandes sacudones típicos en otro tipo de cine.

Con marcado ritmo y tonalidad narrativa habituales en el cine francés, la película nos introduce en una posición privilegiada e intimista de la historia, ya que prácticamente nos transforma en un invisible tercero en discordia que tranquilamente podría estar en el mundo ficticio que se nos propone. Además, su construcción es curiosamente naturalista y paranormal, con una profundidad conflictiva muy compleja de tratar si se la traslada a nuestra realidad, ya que la historia se sitúa en torno a una ex pareja que ha perdido un hijo, y que éste le ha dejado una carta de puño y letra, con indicaciones precisas de dónde y cuándo se tienen que encontrar, juntos, si es que pretenden volver a verlo.

Sin lugar a dudas es una película que eriza y atrapa al espectador paciente, al curioso, al que interpreta en cada encuadre una poesía propia sobre lo simple y compleja que resulta para todos la vida. Ideal también para quien guste masticar un entramado atractivo y enigmático, impregnado de diálogos y gestos profundamente humanos.

Su director, Guillaume Nicloux, apuesta a lo que para mí es un acierto dramático en esta historia, y es que evita el uso de flashbacks (que por momentos nuestra curiosidad los pide a gritos), y huye a la sobrexplicación de los hechos. Este quizá sea el punto que traiga cierto disconformismo en el espectador, ya que la película deja bastante lugar a la libre interpretación, sobretodo en momentos claves que voy a evitar mencionar, pero que quizá este aspecto, que por un lado puede generar cierta controversia, por otro le invita al espectador a desplegar sus propias alas de la imaginación y raciocinio.

Puntaje: 3,5/5