El último hombre

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

“El último hombre”, de Rodrigo H. Vila
Por Jorge Bernárdez

El último hombre al que se refiere el título es Kurt Thomas (Hayden Christhensen), que sufre de estrés post traumático y que por eso ha regresado del frente de batalla. Estamos en un futuro no muy lejano en el que el sistema mundial ha estallado en pedazos y todo el mundo vive como puede bajo reglas que cambian a cada rato y que nadie parece saber cómo manejar. En este regreso a casa, Kurt se va a topar con una calle peligrosa habitada por grupos hostiles y hasta un santurrón de discurso apocalíptico interpretado por el gran Harvey Keytel.

Vayamos a lo bueno de esta película dirigida por el argentino Rodrigo Vila, que a mediados de los ochenta publicaba la revista “Fierro”, que consiguió producción y distribución de una importante empresa internacional para contar esta historia tan afín al paladar de los fanáticos de la ciencia ficción y de las historietas. El arte y el diseño de la película resultan agobiantes y a la vez ajustados, en ese sentido por momentos es inquietante ver a las torres de Lugano dominando el paisaje exterior.

El resto no ayuda mucho, porque la voz en off que se elogió lejos de facilitar entender lo que pasa en la cabeza de Kurt complica todo. No hay casi nada que no se haya visto antes y hay que decirlo, también que no sea subrayado hasta el hartazgo.

Se puede pensar todo esto como una oportunidad desperdiciada, pero bajo una mirada piadosa, es preferible decir que esta película es un borrador fallido de un director que a la hora de filmar su primer largo de ficción, puso todo lo que tenia y se olvidó de que muchas veces menos es más.

EL ÚLTIMO HOMBRE
The Last Man. Argentina/Canadá, 2018.
Dirección: Rodrigo H. Vila. Guión: Rodrigo H. Vila, Gustavo Lencina y Dan Bush. Intérpretes: Hayden Christensen, Harvey Keitel, Marco Leonardi, Justin Kelly, Liz Solari, Rafael Spregelburd, Fernán Mirás, Raymond E. Lee, Gabriel Smith Lenton, Federico Aletta. Producción: Rodrigo H. Vila, Gonzalo Vila y Dalila Zaritzky. Distribuidora: UIP. Duración: 101 minutos.