El último hombre

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

El fin del mundo

“El Último Hombre” (The Last Man, 2018) es una película de ciencia ficción dirigida y coescrita por Rodrigo H. Vila. Coproducida entre Argentina y Canadá, el reparto incluye a Hayden Christensen (Anakin Skywalker en “Star Wars”), Harvey Keitel, Liz Solari, Rafael Spregelburd, Justin Kelly, Gabriel Smith Lenton, Marco Leonardi, Fernán Mirás, entre otros.

Kurt Matheson (Hayden Christensen) es un hombre de 35 años que sufre de estrés post traumático luego de haber sido veterano de guerra. Él cree que el Apocalipsis se acerca y que se manifestará con una gran tormenta eléctrica, por lo que decide conseguirse un trabajo para poder pagarse los suministros que necesitará en el búnker que se está armando para sobrevivir. Cuando va a devolver una máscara de gas que presentaba fallas, Kurt conoce a Noé (Harvey Keitel), un anciano profeta que también cree que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. En las calles, Noé predica e instruye a las personas sobre cómo deberán protegerse en el futuro, a la vez que les hace frente a los violentos neonazis que no le creen. Kurt se verá en problemas cuando en la compañía de seguridad para la que trabaja se reporte una gran falta de dinero y el mayor sospechoso sea él. Además, comenzará una relación con Jessica (Liz Solari), hija de su jefe Antonio (Marco Leonardi).

Como se puede notar, “El Último Hombre” mezcla demasiados tópicos en una sola película. Por un lado tenemos a la ciudad de Buenos Aires lluviosa y oscura, donde la economía está estancada, los alimentos faltan y abunda la gente que vive en la calle. Los desastres naturales, según las noticias de la televisión, no tardarán en llegar. Por otra parte están los repetitivos sueños del protagonista sobre la guerra, que hacen que se despierte atormentado debajo de su cama. La mente de Kurt le juega una mala pasada al creerse que Johnny (Justin Kelly), otro veterano que fue compañero suyo, sigue vivo; incluso el joven se encuentra en la misma casa y pretende aconsejarlo sobre sus ¿fallidas? creencias de que el mundo está llegando a su final.

Sumado a esto tenemos una relación amorosa pésimamente desarrollada, personajes malvados que parecen de la mafia, y la duda permanente sobre si realmente el protagonista dice la verdad o se volvió loco al dejar su tratamiento psicológico. Teniendo en cuenta que ya vimos bastantes filmes sobre el Apocalipsis que contienen a un protagonista impreciso (“Avenida Cloverfield 10” y “Take Shelter”, por citar algunos ejemplos), la producción de Rodrigo H. Vila resulta por lejos la peor de todas.

La cinta está llena de decisiones que fueron mal tomadas. Primero y principal, la insoportable voz en off de Kurt. No solo hace que el relato se vuelva súper aburrido y no conduzca a ninguna parte, sino que además, gracias a este recurso, nunca podemos establecer una conexión con su personaje, por lo que ya desde el principio no nos importa su situación.

La fotografía es tan oscura que llega a exasperar ya que en varios momentos no se ve con claridad lo que sucede en pantalla. Otro desacierto, en especial para los argentinos, se basa en ver a actores conocidos hablando en inglés en nuestro país sin ninguna razón aparente. Que Liz Solari y Rafael Spregelburd no se comuniquen en castellano solo logra que la historia sea menos creíble de lo que ya es.

En vez de centrarse en un tópico y desarrollarlo bien, “El Último Hombre” combina tantas cosas que termina convirtiéndose en un gran desastre en el cual pareciera que ni el director conocía el rumbo que le quería dar a su película. Molesta que varias escenas se corten con la pantalla en negro, pero mucho más fastidia que la cinta se vuelva eterna para el espectador y carezca de toda lógica.