El útimo Elvis

Crítica de Claudio Lo Iacona - Todo lo ve

Elvis vive en Avellaneda

Armano Bo, nieto del legendario realizador de las películas de Isabel Sarli, co-escribió el guión de Biutiful y viene del área publicitaria. Su largometraje, El último Elivis, propone un viaje melancólico sobre un personaje que quiere ser "otro" y parece vivir en (y del pasado) para transitar un duro presente.

Carlos Gutiérrez (John McInerny) es un excelente imitador de Elvis Presley que vive en Avellaneda, trabaja como operario en una fábrica de electrodoméstios y también se gana la vida cantando en fiestas, casinos y sociedades de fomento. Su pasar no es nada alentador: desea recomponer la situación familiar con su ex mujer (Griselda Sicialiani) y su hija (Margarita López) mientras deambula por las calles exigiendo lo que le pertenece.

El último Elvis recurre a una narración convencional (el logrado plano secuencia del comienzo descubre al Elvis local en plena acción) para crear el clima de desesperanza y nostalgia que arrastra el personaje central. Bo da la información justa y resuelve los números musicales de manera notable (al igual que su intérprete) para servir en bandeja las similitudes y diferencias que existen entre Carlos Gutiérrez y el Rey del Rock. Y la decisión del personaje de seguir a su ídolo hasta el final.

Un viaje de locura que llega hasta los Estados Unidos se adueña de la pantalla en esta historia de contrastes (la escena final sorprende) que tiene pocos diálogos y coloca la banda sonora en los momentos justos. Un promisorio debut que espía el mundo del arte, la decadencia y la música con unos minutos finales en los que uno espera (al igual que Gutiérrez) la aparición fantasmal del ídolo.