El último duelo

Crítica de Santiago García - Leer Cine

En 1977 Ridley Scott se dio a conocer en todo el mundo por su opera prima, llamada Los duelistas, un film de época basado en el libro de Joseph Conrad. En el 2021, uno de los films que estrenó el realizador se llama El último duelo y vuelve a ser un film de época. En el medio dirigió títulos tan diferentes como Alien (1978), Blade Runner (1982), Thelma & Louise (1991), Gladiator (2000) y The Martian (2015), dentro de docenas de títulos con los más variados resultados. Un realizador con una carrera gigantesca y despareja, que en el 2021 volvió a dar que hablar.

El último duelo transcurre en Francia en el año 1386. Comienza con un duelo entre el caballero Jean de Carrouges (Matt Damon) y el escudero Jacques LeGris (Adam Driver), al acusar el primero al segundo de abusar de su esposa, Marguerite de Carrouges (Jodie Comer). El Rey Carlos VI (Alex Lawther) ha decidido que la mejor forma de solucionar el conflicto es un duelo a muerte. El que gane será el poseedor de la verdad y, en caso de que venza LeGris, la esposa del caballero será quemada como castigo por falsas acusaciones, ya que es ella quien denunció al escudero.

El guión está basado en una historia real escrita por Eric Jager: The Last Duel: A True Story of Crime, Scandal, and Trial by Combat. El guión lo escribieron Ben Affleck, quien en la película interpreta a Pierre d’Alençon, y Matt Damon, los mismos que ganaron el Oscar a mejor guión por Good Will Hunting (1997). En esta ocasión, sin embargo, sumaron al equipo a la guionista y directora Nicole Holofcener para lograr un punto de vista femenino en la historia. Un guión escrito de a tres para una historia que está narrada tres veces, con tres puntos de vista diferentes. De hecho, ese es el gran hallazgo e interés de El último duelo. Lo que se podría llamar narración estilo Rashomon (1950) de Akira Kurosawa.

El prólogo y el epílogo están fuera de esta estructura que es menos ambigua que en otros films de este estilo. Se podría imaginar que toma partido y que de las tres verdades una es la que vale. La escena final, sin embargo, es bastante ambigua, pero no la anticiparemos aquí. Lo que Scott y la historia buscan destacar es la estructura medieval donde las mujeres se encontraban en una situación de mercancía y que, como en este caso, su única posibilidad de defenderse era la victoria de su marido. La derrota de él, puede ser la muerte de ambos. Las ideas medievales, no muy alejadas a las de algunas culturas actuales, están captadas por el guión. Podrá tomarse como un film a la moda y de acuerdo a los vientos que soplan, pero occidente no está tan mal en ese tema, si acaso existe una denuncia, debe ser apuntada a los medievales del siglo XXI, que los hay en muchos países todavía.

Sin embargo el corazón de la película, mal que le pese a los guionistas, está en como Ridley Scott filma la acción. El duelo es espectacular, dramático, lleno de suspenso. El director regresa a su mejor forma y demuestra porque ha llegado hasta aquí. Incluso su trabajo le aporta una mayor riqueza al discurso y lo vuelve más complejo. Ridley Scott es un director muy visual, por eso sus mejores películas son las que deslumbran por ese lado. El último duelo, es un espectáculo de primer nivel, de lo más sólido que ha hecho Scott en los últimos años. Qué le haya ido mejor a la mediocre La casa Gucci (2021) que este film, no dice nada malo del veterano director, sino más bien de los espectadores y de la forma en la que actualmente se piensa el cine.