El último duelo

Crítica de Manuel Germano - Ociopatas

Tras su estreno en la Mostra de Venecia este año, llega a las salas de cine 'El último duelo', basada en la novela homonima Eric Jager, en la cual Ridley Scott lleva a la pantalla grande la historia de Jean de Carrouages, su esposa Marguerite y Jacques Le Gris.

Francia, 1384. En los primeros planos de la película dos caballeros se preparan con sus armaduras, cascos y lanzas. Las escenas sucesivas dan a conocer que quienes están a punto de batirse a duelo son Matt Damon y Adam Driver, protagonistas de este filme. La escena con la que Scott ('Alien, el octavo pasajero', 'Blade Runner') decide comenzar la película atrapa al espectador y lo coloca frente al primer interrogante: ¿qué pasó para que esto terminara así?

A lo largo de las siguientes dos horas y media, Scott nos traslada unos años atrás para contar la relación entre Jean de Carrouages (Damon) y Jaques Le Gris (Driver), entrañables camaradas que batallaron juntos en el marco de la Guerra de los Cien Años hasta que el destino y las elecciones personales (conveniencia de por medio) los separaron.

El devenir de diferentes hechos ensanchó el vínculo entre ambos, y esas diferencias que los caracterizaban se volvieron irreconciliables. Scott se basa en la novela de Jager para construir con precisión no sólo el vínculo de los dos protagonistas sino también el contexto que los atraviesa, sus ideales y búsquedas (económicas, morales, sentimentales). Un hecho puntual funciona como detonante de la trama: la confesión de la tercera gran protagonista de esta historia, Marguerite de Carrouages (Jodie Comer), esposa de Jean y víctima de un acto salvaje cometido por Jacques Le Gris.

VERSIONES

Como en la vida misma, cuando un hecho grave ocurre lo más lógico es escuchar los diferentes testimonios sobre lo acontecido, las posibles verdades e impresiones. Scott, de manera precisa e inteligente, estructura la narración en tres para que el espectador pueda ver las versiones de los hechos de acuerdo a la voz y la cabeza de cada uno de los protagonistas: Jean, Jacques y Marguerite. Así, cada versión se tiñe con las valoraciones de cada uno de los personajes, ciertos detalles se harán presente en una versión y permanecerán ocultos en otra. Lo que funciona como una repetición se convierte en una versión similar -pero distinta- de lo que acontece.

El desenlace nos lleva al comienzo del filme, a aquella primera escena, para exponer cómo el honor, el poder y la gloria frente a los otros se materializan en una batalla a muerte. Scott, experimentado y notable director, muestra su habilidad para narrar historias, dirigir actores y recrear épocas.

RECREACION

Todo en esta película funciona como un reloj y el espectador se adentra en la trama desde el comienzo. La recreación de Francia en el contexto de la Guerra de los Cien Años es impecable, así como las escenas de acción y batallas cuerpo a cuerpo, y las escenas rutinarias dentro de los castillos, donde los hombres poderosos y déspotas controlaban todo y disponían de lo que querían cuando querían.

Jodie Comer interpreta un personaje sensible pero con una convicción y fuerza notable. Su rol le da sentido a la historia pues es su palabra, su verdad, la que altera el status quo y estalla el conflicto. El trabajo de la actriz de 'Killing Eve', junto al de Matt Damon, Adam Driver y en un rol más pequeño pero destacable Ben Affleck (Pierre d'Alençon en la ficción), hacen de `El último duelo' una película magistral desde el punto de vista actoral.

Scott se apoya en los actores y en un sólido guion para dedicarse a narrar esta historia. Cuida los detalles, las formas y los momentos clave para generar en el espectador la angustia y la adrenalina constante que el filme ofrece.

'El último duelo' es una película que retrata de forma notable un caso conocido en la historia de Francia en donde el valor de la palabra y la acción de la justicia resonaron. Una historia que pone el foco en la voz de la mujer, pero también en lo que los hombres son capaces de hacer para defender su palabra y su honorabilidad.

Calificación: Excelente