El último cazador de brujas

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

El último cazador de brujas es una incursión fallida de Vin Diesel en el género de fantasía.
Una producción donde los guionistas no hicieron el menor esfuerzo por crear un universo de ficción interesante para desarrollar la historia que concibieron.
El film básicamente refrita la misma fórmula de películas similares como Yo, Frakenstein, Priest, Drácula: La leyenda jamás contada y las historias de Blade.
Nuevamente nos encontramos con el mismo perfil de anti-héroes y villanos, conflictos, música, fotografía, efectos especiales y tratamiento de las secuencias de acción.
En consecuencia, el nuevo trabajo de Diesel termina siendo un bodrio denso de soportar durante 106 minutos, ya que todo se desarrolla de un modo extremadamente predecible.
El director Breck Eisner, quien había hecho un gran trabajo con la remake de The Crazies (el clásico olvidado de George Romero) acá presentó una labor completamente desapasionada, donde ni siquiera le puso entusiasmo a la narración de las pocas secuencias de acción.
No ayudó tampoco que el personaje de Vin Diesel sea un héroe insulso y trillado que no cuenta con ningún tipo de atractivo, al igual que los villanos.
Lo único positivo de esta película, más allá del trabajo decente en los efectos visuales, es que los guionistas (el mismo equipo que escribió la reciente película de Drácula con Luke Evans) evitaron crear el film favorito de Torquemada.
El tema de la guerra entre las brujas y la humanidad estuvo bastante equilibrado y al menos tuvieron la decencia que el conflicto no resultara completamente estúpido. En la trama no todas las brujas son malas ni todos los miembros de la Iglesia Católica buscan el bien de la humanidad.
Kaulder, el personaje de Diesel, termina siendo manipulado por ambos bandos y ese es un gancho interesante del argumento que lamentablemente el trabajo del director Eisner nunca termina de desarrollar.
Salvo por una amena participación de Michael Cane, El último cazador de brujas es una producción completamente olvidable. Al menos como para invertir una entrada al cine.
En este momento hay cosas más atractivas en la cartelera y si dejás pasar este estreno no te perdés nada relevante.