El último cazador de brujas

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Vin Diesel abandona el universo de los automóviles para viajar en el tiempo en la piel de Kaulder, un guerrero condenado a la inmortalidad luego de enfrentar a una poderosa bruja. Chisporroteo visual en una historia que no se luce.

La nueva película de Breck Eisner -La epidemia- intenta revivir el espíritu de las viejas producciones que mezclaban aventura, terror y un tono fantástico, y trae a la memoria títulos más interesantes como El aprendiz de brujo -2010-.

Vin Diesel abandona el universo de los automóviles para viajar en el tiempo en la piel de Kaulder, un guerrero condenado a la inmortalidad luego de enfrentar a una poderosa bruja -Julie Engelbrecht-.

De este modo, la acción de El último cazador de brujas comienza en la época medieval, en pleno combate entre humanos y estas criaturas sobrenaturales que deciden desparramar la Peste Negra alrededor del mundo. Kaulder es "hechizado" y en la actualidad es un ser sufriente que ve morir a su familia -cosa que la pelìcula recuerda una y otra vez a través de flashbacks- y que deambula por la ciudad para derrotar, junto a la joven bruja Chloe -Rose Leslie, de la serie Juego de Tronos-, al malvado hechicero Belial -Ólafur Darri Ólafsson-. En su triste peregrinaje por la tierra forma parte de una Orden secreta en la que aparecen unos deslucidos y desaprovechados Michael Caine y Elijah Wood.

El film concentra su poderío visual en la época pasada pero esto dura muy poco y cuando traslada el andamiaje fantástico a la actualidad pierde fuerza y los personajes carecen de interés y dramatismo. El guión de Cory Goodman, Matt Sazama y Burk Sharpless acumula los clichés propios del género -como lo hicieran en Priest- en esta suerte de batido entre Conan, Blade y Highlander, pero sin la intensidad ni la adrenalina que tenían esas realizaciones.

Con espada en mano, entre llamaradas, traiciones y chisporroteo visual, Vin Diesel intenta alzar su espada desafilada en una historia que no termina de convencer y a través de un personaje que se luce poco y sólo encuentra sus buenos momentos en las escenas de enfrentamientos.