El último cazador de brujas

Crítica de Alejandro Turdó - A Sala Llena

El cazador cazado.

En pleno hype por los films de superhéroes, murciélagos, mutantes y dicotomías Marvel o DC, siempre alguna película fantástica con elementos mágicos -en un envoltorio de acción/ aventura- suele colarse entre medio, aprovechando los ecos lejanos de sagas enormes como El Señor de los Anillos y Harry Potter. El año pasado la problemática El Séptimo Hijo (Seventh Son, 2014) logró filtrarse en la cartelera sin ocasionar mucho ruido; esa oportunidad cayó en este 2015 a los pies de El Último Cazador de Brujas (The Last Witch Hunter, 2015).

Vin Diesel (saga Rápido y Furioso) forma parte del núcleo central de esta historia en la cual interpreta a Kaulder, un cazador de brujas inmortal de más de 800 años de edad. Y a pesar de lo que diga el título del film, el argumento nunca se encarga de clarificar en profundidad su calidad de “último cazador de brujas” del mundo. Pero en pos de la suspensión de la credulidad, vamos a suponer que así es. Nos encontramos en la época actual y Kaulder -con sede en Nueva York- sigue siendo servicial a una antigua orden que se encarga de mantener a las brujas en vereda, cuando descubre que fuerzas ocultas planean resucitar a la bruja más poderosa de todas, esa que casualmente el propio Kaulder creyó haber destruido hace 800 años. El personaje de Diesel podrá ser el último cazador, pero no está solo en esta empresa. Dos curas de la orden (el mítico Michael Caine y Elijah “Frodo” Wood) y una bruja “de las buenas” (Rose Leslie) se suman a su cruzada.

Tal vez el mayor problema del film sea su tibieza: muy light para ser considerada una producción de terror/ suspenso y demasiado oscura para ser considerada una película de aventura ATP. Nos quedamos a mitad de camino de todo. Si bien cuenta con un diseño de producción interesante y hace un buen trabajo insertando todo un universo mágico en la urbe moderna, el abuso de los efectos especiales hechos por computadora -que tienen un tufillo muy de inicios de este milenio- rompe un poco con la magia, irónicamente. Por momentos nos da la sensación de estar viendo un híbrido entre Highlander (1986) y Hansel & Gretel: Cazadores de Brujas (Hansel & Gretel: Witch Hunters, 2013).

El reparto hace una buena tarea acompañando a Vin Diesel y eleva la calidad de una cinta que se guarda algunos giros interesantes en el tercer acto, a pesar de contar con ciertos puntos clave convenientemente desarrollados en el preciso momento en que la historia así lo requiere, con la única función de lograr que la trama avance. Diesel es un fan confeso de Calabozos y Dragones y todo este universo lúdico de magos, pociones y encantamientos: hoy busca hacer de esta película una nueva plataforma para despegarse del Dominic Toretto de Rápido y Furioso. Sólo resta esperar y ver si la taquilla lo apoya como el último cazador o termina siendo el último gran héroe…