El teléfono negro

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

Basada en una historia corta de Joe Hill, hijo de Stephen King y autor del cuento “En la Hierba Alta”, “Teléfono Negro” se vislumbra como una de las apuestas más fuertes del cine de terror 2022. Es adaptada a la pantalla por Scott Derrickson, un especialista en el género, responsable de “El Exorcismo de Emily Rose” y “Sinister”. Un Derrickson que abandonó la reciente secuela de “Doctor Strange”, para adentrarse en esta historia acerca de un asesino de niños, ambientada en los años ’70. “Teléfono Negro” nos presenta a un villano impredecible, mientras sobre nosotros se cierne un mundo fantasmal, hecho de ensoñaciones. Elementos de thriller y terror confluyen, cimentando la sugestión psicológica más pura. Derrickson luce sumamente efectivo a la hora de insertar esta iconografía fantástica capaz de crear imaginería y mercadotecnia de inmediato. Un tremendo Ethan Hawke se oculta tras la aterradora máscara, mientras una sensación visceral y de amenaza constante, a lo largo de la hora y media de metraje, vertebra el devenir de un conflicto marcado por el drama familiar. La cámara se mueve con suficiencia gracias al experimentado ojo del autor, inspirándose en clásicos del género. Primeros planos y zooms nos sumergen en emociones que combinan lo sobrenatural con el costado más vívido, generando un entorno lúdico. El responsable de “Ultimátum a la Tierra”, remake del film de Robert Wise, sabe discar el número correcto, cual artesano de un cine de terror provocador y efectivo.