El sorprendente Hombre Araña 2

Crítica de Iván Steinhardt - El rincón del cinéfilo

Todavía queda flotando en el ambiente el riesgo tomado por los productores al relanzar al Hombre Araña muy poco tiempo después que la trilogía de Sam Raimi viera la luz, sin embargo aquí está el arácnido nuevamente entre nosotros para entregar otro capítulo. ¿La razón? Porque tiene espalda para bancarse la cantidad de secuelas (se vienen dos más para 2016 y 2018), recauda muchos dólares, y porque probablemente junto con Batman sean los dos personajes (de historieta de superhéroes) mejor escritos de la historia. Desde siempre ambos pegaron fuerte en la cultura popular, tienen conflictos internos apoyados en el dilema de “querer o tener que ser”, además mucho carisma aún moviéndose con improntas muy distintas.
Marc Webb es nuevamente el director luego de pasar el examen anterior, y aunque “El sorprendente Hombre Araña: La venganza de Electro” no es una obra maestra, logra superar en todos los rubros a la de 2012.
Más contento e irónico que nunca, el Hombre Araña (Andrew Garfield) se pasea por su querida Nueva York saludándola y haciéndole bien en su rol de superhéroe, salvador, justiciero, etc. Además de bueno es simpático, bromista, un poco engreído, con esos comentarios a la Bruce Willis (en especial en las escenas de acción) y, por supuesto, siempre con esa ágil y ornamental forma de moverse. Durante su primera aparición anda tras un ladrón enloquecido (Paul Giamatti) a quien no será la última vez que lo veamos. El montaje paralelo mostrará a Max Dillon (Jamie Foxx) como un empleado de OSCORP tímido, introvertido y algo obsesivo a juzgar por un sospechoso fetiche con el lanza-redes. Estas pinceladas del guión en función de la construcción del villano es lo más flojito y remite al mismo estilo con el cual Joel Schumacher hizo nacer al Acertijo encarnado por Jim Carrey, casi destruyendo la franquicia de Batman en los 90 segundos. Por el lado de Peter Parker, su relación con Gwen Stacy (Emma Stone) pasa
El “mientras tanto” está en la familia Osborne (dueña de la empresa). Norman (Chris Cooper) está moribundo. Harry (Dan DeHaan), su hijo, y ex-compañero de secundaria de Peter, está perturbado, dolido. No hace más que escucharlo en su lecho de muerte mientras se entera que la enfermedad es hereditaria y necesita una pronta solución que tal vez se encuentre en la secreta investigación llevada a cabo en su momento por Richard Parker (Campbell Scott), la cual, eventualmente, lo llevó a la muerte por la propia gente de OSCORP. Claro, el armado del que luego será el nuevo Duende Verde, sí tiene una base sólida y mejor justificada.
El realizador se rodeó de verdaderos talentos más allá del elenco. Los guionistas son Jeff Pinkner (de la serie “Lost”), Alex Kurtzmany Roberto Orci, estos dos últimos son los sólidos escritores de las últimas “Star trek”, y también de esta saga salió el director de fotografía Dan Mindel, gran trabajador de la homogeneidad entre los exteriores y lo filmado en croma. Finalmente se destaca la compaginación del enorme Pietro Scalia, ganador del Oscar por “JFK” (1992) y “Gladiador” (2000). Pocos en Hollywood hacen tan buen trabajo.
“El sorprendente Hombre Araña: la venganza de Electro” cumple con creces el objetivo de entretener, pero además ofrece lo necesario para tomar la buena decisión de oscurecer un poco más el personaje para las próximas, sobre todo porque Andrew Garfield encarna un Peter Parker más trabajado desde lo actoral. Bien lejos de la incipiente tibieza natural ofrecida por Tobey Maguire en la trilogía anterior.
Los hechos narrados en esta entrega dejan un terreno fértil para hacer crecer la historia. En todo caso será importante no especular con la repetición de la fórmula. Los millones de fanáticos ofrecen una fuente inagotable de recursos, pero no comen vidrio.