El sorprendente Hombre Araña 2

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Si el cine de superhéroes se enarboló como un bastión taquillero para el Hollywood actual, mucho tiene que ver la inspirada recreación que Sam Raimi hizo del “arácnido” allá por 2002, un pionero en mostrar al hombre con carnadura detrás del disfraz.
Por eso cuando, tras la criticada El Hombre Araña 3, Sony se decidió a reiniciar las aventuras en 2012 reinventando la historia, Marc Webb, el nuevo director dividió las aguas entre quienes celebraban los cambios radicales, y quienes consideraron que podría seguirse la línea original. Dos años después, cambio de guionistas de por medio, Webb confirma que el cambio era correcto, ubicando a El sorprendente Hombre Araña 2 entre los mejores films de superhéroes de los últimos años.
La historia comienza exactamente dónde quedamos anteriormente, Peter Parker (un mucho más sentido Andrew Garfield) continúa combatiendo el crimen con su alter ego por las calles de Nueva York; pero la conciencia y las últimas palabras del padre de su novia lo remuerden, debe terminar con Gwen Stacy (Emma Stone, adorable como siempre) para protegerla.
Mientras tanto, la presencia cada vez más perversa de la corporación Oscorp sigue demostrando que no tiene límites para la experimentación; y hay muchos secretos que revelar, secretos que llevan al fallecido padre de Peter.
Max Dillon (Jamie Foxx demostrando que se puede lograr una muy buena interpretación en este tipo de films) es un solitario empleado de Oscorp, busca por todos los medios que las otras personas dejen de ignorarlo, por eso, cuando Spidey lo salva de un accidente mortal, este se fanatiza. Pero la desgracia lo sigue de cerca, y luego de ser maltratado por su jefe, Max tendrá un accidente con cables y anguilas que lo terminarán transformando en la furia incontrolable de Electro. Sí, la construcción de este personaje, principal villano, es muy similar a la de Selina Kyle en Batman Vuelve, y lo bien que hace; como en aquel film, la construcción psicológica del personaje es uno de los puntos más altos.
Mientras tanto, Harry Osbourne (el felino Dean DeHaan), heredero de Oscorp y amigo de Peter, regresa de su exilio para tomar las riendas, y descubrir que tiene que hallar pronto una cura para su enfermedad degenerativa…
Los experimentados Alex Kurtzman y Roberto Orci vuelven a dar en el blanco al construir un guión acertado en varios flancos, que va creciendo y mutando en sus 142 minutos. La primera hora es la de la aventura típica y el humor muy bien dosificado, luego nos introducirán en la intriga y la acción arrolladora, siempre con un muy buen trabajo de cámaras y efectos para mostrar una Nueva York populosa; a lo que hay que sumar, una acertada banda sonora con preponderancia moderna y electrónica.
Otro punto alto es darle una importancia mayor al personaje de Tía May (Sally Field) que esta vez jugará un rol fundamental en la formación de carácter de nuestro líder.
El gran villano del film es el poderoso Electro, las presencias de Duende Verde y Rhino (Paul Giamatti) se irán constreuyendo progresivamente (como ya se hizo en el film anterior al vislumbrar al Duende), y pronostican sucesos terribles por venir sumados a los acontecimientos de este film.
No hay personajes planos, todos tienen dualidades, virtudes, flaquezas y debilidades. A estos tres súper villanos se debe sumar la figura del más terrenal y malévolo Donald Menken (gran Colm Feore), el cerebro detrás de la corporación.
El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro es un film vibrante, adrenalínico, y principalmente muy entretenido. Hay momentos, necesarios, para la reflexión, para la historia de los personajes, y para el desarrollo de guiños aquí y allá. No sabemos que nos depararán las seguras y confirmadas secuelas, pero siguiendo el camino de este film, la buena fortuna del espectador está asegurada.