El sol también es una estrella

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Destinados a conocerse

El Sol También Es Una Estrella (The Sun Is Also A Star, 2019) es una película romántica dirigida por Ry Russo- Young (Si No Despierto) y escrita por Tracy Oliver. Basada en la novela homónima para adultos jóvenes de Nicola Yoon (Todo, Todo), la cinta está protagonizada por Yara Shahidi y Charles Melton (Riverdale). Completan el reparto Jake Choi, Keong Sim, Gbenga Akinnagbe, Cathy Shim, Anais Lee, Camrus Johnson, entre otros.

La historia gira en torno a Natasha Kingsley (Yara Shahidi), una adolescente jamaiquina que hace nueve años vive en Nueva York junto a su familia. Debido a un suceso que le ocurrió al padre de Tasha, a los Kingsley solo les queda un día en Estados Unidos ya que fueron deportados a su país de origen. Como Natasha mantiene la esperanza de revertir la situación para poder quedarse en Nueva York, la joven insistirá para tener cita con un abogado que puede reabrir la causa. En esas últimas 24 horas allí, el destino hará que Tasha conozca a Daniel Bae (Charles Menton), un chico surcoreano que desea ser poeta. Aunque Natasha no crea en el amor, Daniel le demostrará que es posible enamorarse en un solo día.

Después de la fallida After llega otra película juvenil a la cartelera, una en la que la mayoría de cosas sucede gracias a que el destino quiere ver a los protagonistas unidos. Por ello, es en vano analizar lo inverosímil del relato: aunque llegue un punto en el que las coincidencias son demasiadas, ya de antemano el espectador va predispuesto a encontrarse con un producto que carece de lógica, como en su momento había pasado con Todo, Todo (Everything, Everything, 2017), novela de la misma autora.

Teniendo en cuenta esto, la historia de amor entre Natasha y Daniel se hace llevadera gracias a la labor de los actores. Por más que en varias partes el guión llegue a dar vergüenza ajena (por ejemplo cuando es muy notorio el objetivo de que quede explícito en diálogo el título del filme), Yara Shahidi y Charles Melton logran salir adelante con sus respectivas interpretaciones debido a la química que tienen entre sí.

El hecho de que los protagonistas tengan poco tiempo para estar juntos recuerda a Antes del Amanecer (Before Sunrise, 1995), solo que aquí las charlas que mantienen no llegan ni por asomo a ser tan profundas. Por otro lado, la película tenía la posibilidad de meterse en la problemática que sufren los inmigrantes en Estados Unidos: aunque vemos a Natasha afectada por la situación, nunca se nos explica en detalle qué es lo que sucedió concretamente para llegar a la deportación.

Con alguna que otra relación familiar mal desarrollada, varios clichés y flashbacks innecesarios, El Sol También Es Una Estrella sirve como punto de partida para que haya diversidad de nacionalidades en las tramas románticas hollywoodenses. Si vas predispuesto a ver una película llena de casualidades donde “todo pasa por algo”, la cinta de Ry Russo-Young puede llegar a gustarte, en especial si decidís verla con amigas.