El sobreviviente

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Una de talibanes

El sobreviviente es la descripción detallada, casi morbosa, del fracaso de la operación Alas Rojas durante la invasión norteamericana a Afganistán en 2005. Escrita y dirigida por Peter Berg (Hancock), la película adapta las memorias de Marcus Luttrell, uno de los cuatro marines que apenas cuenta el cuento y que encarna Mark Wahlberg para la pantalla. Es cierto que la producción de films sobre la incursión norteamericana en territorio árabe parecía un capítulo acabado, aparte de fallido, pero El sobreviviente resulta algo más, un film que empieza con síntomas de patriotismo y se desarrolla de manera ambigua, como un improbable western de Kathryn Bigelow con talibanes haciendo el papel de indios, hasta un final inesperado, vagamente humanista, con aires a Babel de González Iñárritu. Berg, un joven experimentado de Hollywood, muestra su oficio en escenas de acción que, para bien o mal, justifican la existencia de este film, como la obligada retirada de marines cayendo estilo jackasses por una ladera rocosa o el progresivo deterioro de uno de los soldados hasta su fusilamiento, mostrado con un sadismo que dejaría celoso a Mel Gibson. El involucramiento en la producción de Wahlberg (cuyo criterio para elegir material suele ser atinado) en parte explica lo distinto de esta cinta, con su balance entre narración, drama y la inescapable cuota de heroísmo que el tema requiere.