El sistema K.E.O.P/S

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

Pasa en el cine, pasa en la vida

Doce años después, Nicolás Goldbart regresa con éxito luego de la excelente Fase 7, película en la que la amenaza de una pandemia y un encierro violento y sin mayores explicaciones por parte de las autoridades era solamente una fantasía.

El sistema K.E.OP/S, con guion de Goldbart junto a Germán Servidio (que tuvo su paso por el Bafici), tiene como aquella cuotas de humor con agregado de condimentos, en este caso todavía más violentos, en un film que mezcla géneros con buen tino y pulso narrativo firme, entendiendo los tiempos y estableciendo pausas para incluir los elementos y las circunstancias absurdas que abruman a los personajes.

Las cuestiones de identidad de cada una de las partes que forman la trama en cuanto protagonistas de la escalada de ridículo y paranoia se mezclan con situaciones de lo más comunes en la vida de las personas, y hasta incluyen situaciones y espacios identificables que generan en el
espectador una sensación de empatía de pertenencia local.

Daniel Hendler repite protagónico con el realizador en este, su segundo film, en esta oportunidad acompañado por otro muy buen actor como es Alan Sabbagh; ambos se adaptan a diversos niveles de humor y acción y destacan en lo que puede verse como una auténtica pareja tan despareja como memorablemente brutal.

Las referencias cinéfilas no faltan y cada espectador podrá encontrarlas e identificarlas en las menciones tanto verbales directas como las representadas en adornos, juguetes y posters varios, ejemplos de un interés por el cine que aplica a todo lo que Goldbarg toca y vive. Algo hay, evidentemente, de autoreferencial en lo que se cuenta en los 120 minutos que no se notan, lo que es claramente un mérito del director.

El grupo se completa con Rodrigo Noya (Patricio); Gastón Cochiaralle (Marcos); Esteban Lamothe (Agente Número 3) con una caracterización que le sienta bastante mejor que el drama; y Violeta Urtizberea, quien entrega su manejo de climas con el imán que su aparición
representa para resolver y dar brillo a algunas escenas, ello a pesar de la limitada cantidad de minutos en que se la puede ver en pantalla.