El silencio de otros

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

“Antonio González Pacheco vive allí. Convivo a escasos metros con la misma persona que me torturó”, dice uno de los testimoniantes de El silencio de otros, este documental que pone en blanco sobre negro la dura realidad de cientos, miles de españoles que piden justicia tras los crímenes cometidos durante el franquismo.

La ley de amnistía aprobada tras el derrocamiento del Generalísimo impiden que criminales sean juzgados, que siguen impunes. Y aunque también se escuche “pero los delitos de lesa humanidad no prescriben ni puede haber amnistía que los pueda tapar”, la realidad, al día de hoy, es que esa ley sigue vigente en España.

Por eso es que en la Argentina, por 2010, se presentó una querella contra los crímenes del franquismo.

Y la jueza Servini de Cubría fue nombrada jueza instructora de la querella, para dirigir la investigación y preparar el caso para el juicio.

No fue fácil que la causa avanzara. Hubo llamados de la embajada de España, que ocasionaron demoras. Y el tiempo pasó a ser un personaje más, porque las víctimas que pueden atestiguar no son precisamente jóvenes...

Pedro Almodóvar estuvo en la producción de este documental de Robert Bahar y Almudena Carracedo -que ha producido, escrito, hecho cámara y editado sus tres trabajos documentales- que sigue algunas historias personales y apela también a material de archivo.

Unas imágenes valen, como dicen, más que las palabras. Son las de las estatuas a víctimas del franquismo, figuras de pie que han sido disparadas cobardemente por vándalos, y que, según se dice, su escultor sugirió que así estaban completando su obra.

Valen también como muestra de un sufrimiento por no obtener justicia -algo se obtuvo, sí, pero la ley de amnistía sigue en vigencia- y no poder reencontrarse con los cuerpos de familiares asesinados.