El silencio de otros

Crítica de Marcelo Cafferata - El Espectador Avezado

El documental abre con la voz de una anciana, ajada por el tiempo, relatando su historia de vida. A cámara confiesa parte de la historia que irá develando “yo tenía seis años cuando fueron a por mi madre. Gente del pueblo. Todos de blanco”.
"EL SILENCIO DE OTROS", el documental de Almudena Carracedo y Robert Bahar, que ha sido recientemente ganador del Premio Goya como Mejor Documental y que ha ganado además el premio del público en la sección Panorama Documental del Festival de Berlín 2018, pone el foco en la búsqueda silenciada que emprendieron los familiares de las víctimas del régimen Franquista que aún después de tantas décadas de dolor, siguen desaparecidas, pese a la incesante lucha y a la decisión de no bajar los brazos de los querellantes.
Después de décadas y décadas los familiares no ceden y siguen buscando justicia, reclamando los cuerpos de sus familiares que aún no han podido ser identificados.
Se sabe que fue una cruenta dictadura, con excesos de todo tipo –que la emparentan ineludiblemente con nuestra historia reciente- en donde centenares de niños fueron apropiados, miles de personas han sido torturadas y hasta se han efectuado ejecuciones extra judiciales, arrojándolos a fosas comunes y perdiendo absolutamente todo el rastro.
La lucha incluye asimismo todo un proceso judicial internacional que es la llamada Querella Argentina, presentada en Abril de 2010 en la que se investigan los crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo entre 1936 y 1977 (más de cuarenta años!) y que finalmente, con la intervención de la Jueza Servini de Cubría se ha logrado dictar sentencia contra cuatro de los torturadores de este periodo nefasto de la historia española.
El documental tiene un fuerte tinte de denuncia, ya que a medida que se ha desarrollado la querella argentina, el Estado Español sistemática se ha mostrado como un gran aparato obstaculizador de ese proceso, poco propenso a la gestión de una reparación para los familiares y abogando mucho más por la impunidad que por la búsqueda de justicia. España, en este caso, ni investigó ni ofreció la mínima colaboración con la justicia argentina.
Lo más notable en “EL SILENCIO DE LOS OTROS” es que está narrado desde las voces de los propios protagonistas, lo que le da una entrega particular, con una enorme sensibilidad con la que es casi imponible no emocionarse, aun cuando los directores han preferido no apelar a ningún tipo de sensacionalismos.
Filmada a lo largo de más de seis años, es fundamentalmente uno de esos documentales tan dolorosos como necesarios. Que gana plena vigencia y se fortalece a través de una trágica historia compartida con nuestro país, en una de nuestras épocas más oscuras y terribles.
Carracedo y Bahar inteligentemente nos sumergen en la historia con un clima de thriller judicial del que no se apartan, independientemente de todo lo que el documental representa como denuncia y pedido de auxilio ante una justicia española que no escucha ni colabora.
Es imposible no quebrarse junto con los testimonios que incesantemente siguen buscando justicia por el alma familiar después de tantos años necesita reconstituirse y encontrar su propia paz. Las familias siguen luchando, sostienen viva la esperanza de construir su presente reconstruyendo su pasado y de esta forma llegar a un futuro con otra conciencia y otro registro de la propia Historia
. “EL SILENCIO DE OTROS” es de esos documentales que por momentos nos dejan sin respiración, pero que agradecemos que existan para que siga manteniéndose viva la memoria activa y que se castigue a los culpables.