El señor de los dinosaurios

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

El señor de los dinosaurios, de Luciano Zito
Por Marcela Barbaro

Nacer con las condiciones innatas de un artista, pero en la clase social equivocada. ¿Cuántas posibilidades tendrá esa persona de demostrar la esencia que lo constituye?. Para Jorge “Cacho” Fortunsky ese don significó una utopía que lo hizo avanzar y nunca claudicar, aunque en ese camino le haya costado su libertad infinidad de veces.

La propuesta de El Señor de los Dinosaurios, nuevo documental de Luciano Zito (Carlos Fuentealba, camino de un maestro; Rawson; Tocando en el silencio) aborda un tema complejo de índole social y cultural que habla de la falta de oportunidades, la desigualdad y la estigmatización en personas de origen humilde con antecedentes penales. Desvalorizadas y ninguneadas desde pequeños, son silenciados mientras crecen, y finalmente quedan excluidos con una naturalidad que resulta casi como un patrón de comportamiento avalado por las mayorías.

Desde un árbol tallado con la imagen de Cristo, colocado en una iglesia de La Pampa, hasta el proyecto de un parque temático en el pueblo de Eduardo Castex, compuesto de 30 obras de cemento que representan la prehistoria de los dinosaurios; las obras de Fortunsky, dan cuenta del talento y creatividad autodidacta que impactan por su detalle y expresión.

El documental biográfico se centra sobre una vida escindida entre los tiempos en la prisión por delinquir y el oficio de artesano. Desde el arte expresó su malestar contenido hacia una sociedad injusta. Un hombre que nunca lucró con sus obras, porque siempre lo pensó como una oportunidad. Luciano Zito reconstruye ese pasado con escenas animadas que ficcionalizan el relato y, hacen del protagonista, casi un personaje extraído de historieta. A ese formato, intercala entrevistas que el mismo Fortunsky realiza a su madre, a un juez con el reconstruye su historia y al sacerdote que llevó su escultura a la iglesia. También lo vemos en su taller y reunido con sus hijos, quienes lo ayudan a no volver a caer.

Bajo un tono nostálgico y un discurso reflexivo, El Señor de los Dinosaurios, ofrece un mirada comprometida con la realidad y los orígenes de un hombre (como muchos otros) al que no juzga, sino más bien visibiliza las dificultades del sistema para reinsertarse, las consecuencias de la falta de recursos, y privilegia el lugar del arte como expresión genuina; así lo expresa Fortunsky cuando dice “Somos lo que nos forman y lo que no da forma”.

EL SEÑOR DE LOS DINOSAURIOS
El señor de los dinosaurios. Argentina, 2017.
Dirección y guion: Luciano Zito. Producción ejecutiva: Luciano Zito. Director de fotografía: Damián Dobrenky. Director de sonido: Pablo Trilnik. Música original: Pablo Trilnik. Duración: 82 minutos