El seductor

Crítica de Paula Caffaro - Subjetiva

El seductor, de Sofia Coppola
Por Paula Caffaro

Una vez más Sofía Coppola vuelve para poner en escena un drama femenino de la mano de sus actrices fetiches o bien llamado “club de las rubias”. Durante la Guerra Civil estadounidense un soldado enemigo y herido es ingresado al refugio en que Miss Martha (Nicole Kidman), logró adaptar en una vieja escuela de señoritas. Será este el error primordial que llevará al conjunto de damas hasta lugares insospechados.

Si en las Vírgenes suicidas (1999) Coppola parecía inaugurar una poética visual propia ligada al encanto seductor femenino y un ambiente de tonalidades pastel que se va diluyendo con el avance de la peripecia hasta llegar a un clímax explosivo y totalmente dramático en términos aristotélicos, es en El Seductor donde viene a confirmar cada uno de estos rasgos exponiéndose, definitivamente como una autora de cine. Por supuesto que en María Antonieta (2006) estos rasgos aparecían -sumada esa música pop tan desconcertante para algunos-, sin embargo, es con su último film con el que parece volver a esa fuente de inspiración primogénita.

La escena de apertura parece emerger de un cuento de los hermanos Grimm. La bruma inunda un bosque mientras el silbido de una niña perpetua el sonido. La niña busca vegetales para la cena, pero entre la maleza encuentra el alimento no para sus estómagos, sino para el ego propio y el de sus compañeras de morada. Un soldado malherido es llevado hacia el refugio de Miss Martha para ser curado. Obviamente su llegada no es esperada. De todas formas, el intruso pronto logra establecer conexión con cada una de las mujeres hasta convertirse en una verdadera amenaza para la seguridad del hogar.

Casi siguiendo al pie de la letra un recetario de iconología, cada uno de los planos de El seductor, expresa en su imagen la representación visual de lo narrado. Las formas se sobreponen ante el contenido haciendo del lenguaje cinematográfico una batería de herramientas precisas. También aparece el elemento siniestro, y tras el devenir del film se enrarece no sólo el espacio de acción, sino el eje del drama.

Con un mix de suspense y una estructura de cine clásico -hay que recordar que es una ramake del filme de Don Siegel de 1971, con Clint Eastwood-, la película logra coquetear con el espectador, muchas veces, a través de los silencios y todo aquello que no se ve. La presencia del fuera de campo es poderosa y esa latencia es la que, poco a poco, se va incrementando mientras que vemos derrumbarse ese micro mundo de aporía que Miss Martha se esfuerza por sostener a base de catolicismo y reglas estrictas de convivencia.

EL SEDUCTOR
The Beguiled. Estados Unidos, 2017.
Dirección y Guión: Sofia Coppola. Intérpretes: Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Elle Fanning, Oona Laurence, Angourie Rice, Addison Riecke, Emma Howard, Wayne Pére, Matt Story. Producción: Sofia Coppola y Youree Henley. Distribuidora: UIP. Duración: 93 minutos.