El rocío

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

Un salpicón de realidad

Con guion de Bárbara Sarasola Day y Emiliano Grieco, el proyecto encabezado por el realizador oriundo de Paraná, Entre ríos, quien cuenta en su haber con películas como Diamante, de 2013, y La huella en la niebla, 2014 grafica un tema candente por estos días en que las cuestiones de lucha por el medio ambiente y los efectos del cambio climático se han hecho sentir fuertemente, pero cuya vigencia en el ideario popular llevan años; y si bien hay asociaciones que le hacen frente desde diversas acciones físicas tanto como políticas, el cuerpo lo ponen quienes viven y quedan afectados por resultados de la utilización de químicos para mejorar, teóricamente, la vida y el futuro. Claro, los efectos no deseados son como las contraindicaciones del prospecto de cualquier remedio y, como esos indeseados malestares que aparecen para curar algo y generan una nueva dolencia, allí está, otra vez, un mal menor, un resultado indeseado para que venga la “bonanza”. De eso va El rocío, la película que nos convoca en la reseña de hoy.

Las actuaciones son ajustadas pero podrían tomarse como “naturalistas” y, como encajan con la temática y las circunstancias de los personajes en la historia a contar, se entiende y adapta a ello. El salpicón de realidad es fuerte y atraviesa cuestiones de la vida en pueblos y lugares pequeños, la presión de trabajos mal pagos para sostener una familia de parte de una mujer sola y la exposición a situaciones border por una necesidad mayor, generada, al fin, por políticas que nada más son ideadas considerando la inmediatez sin pensar en las consecuencias a mediano y largo plazo. Es entonces que la madre (Daiana Provenzano, en el rol de Sara) lleva a Olivia al médico (interpretado por Tomás Fonzi). Al verla afectada por una tos recurrente, él le pide se realice estudios más específicos. El contexto de los campos sembrados con soja y los agrotóxicos toman un nuevo relieve luego del planteo inicial por el modo en que afecta a la protagonista y a su hija, cambiando todo para ellas y, por supuesto, el enfoque y camino del relato.

Las imágenes tienen cuidado en el estilo y el trabajo general. El rocío es una película que apunta a abrir los ojos del espectador sobre realidades complejas que escapan a la simplificación de los intereses en los avances tecnológicos relacionados con los cultivos y se propone profundizar en realidades que afectan a quienes también son, aunque parece que no se los considere así, sujetos de derecho en el contexto de un manejo de la realidad a manos de gente sin corazón, que peca más que ocasionalmente de miopía selectiva.

El rocío es una película con deseo de ser una crítica profunda sobre cuestiones que son políticas, económicas, de protección del ambiente, y se vuelven luego de salud pública por descuido, desinterés, con buen trabajo de guión, dirección y fotografía. O ambas.