El robo del siglo

Crítica de María Paula Rios - Fandango

Una “caper movie” a lo Winograd.

Allá por el año 2006, a un talentoso artista plástico, Fernando Araujo (Diego Peretti), quien se sentía inmotivado y algo vacío, se le ocurre expresar su arte planeando un robo perfecto. Es así que scouteando la zona en que reside, elige un Banco Río ubicado en el barrio de San Isidro, creyendo fehacientemente que es posible efectuar el atraco, al punto de obsesionarse.

Solo le bastará encontrar un grupo de personas que se sumen a este arriesgado (¿delirante?) plan, inclusive alguien que lo financie. De este modo da con otro de los ideólogos (de este robo que ocurrió en la vida real), el ya reconocido Luis Vitette Sellanes, aquí interpretado por un Guillermo Francella ocurrente y jocoso. Alguien acostumbrado a las estafas, y a los hurtos, pero no de los violentos, sino con estrategia y planificación, tipo de los de guante blanco.

Ariel Winograd es muy buen director de comedias y esto se nota en El Robo del Siglo, porque además de centrar el argumento en la ejecución del robo, desde un punto de vista más testigo, (en donde sobresalen las miradas de Araujo y Sellanes), le aporta al personaje de Francella mucho humor, y bien sabido que el actor es el rey de los comediantes. La virtud reside en que logra combinar a la perfección este elemento con el del género propiamente dicho.

La concepción mainstream recorre toda su obra, y esta película no será la excepción. Alejado de todo tipo de solemnidad, y si bien el guion no es un relojito, el realizador le aporta una mirada más relajada a esta historia, descontracturando de esta forma la narración, la cual adquiere dinamismo y no decae en ningún momento. Buen contrapunto es el personaje de Luis Luque, el negociador del atraco, que en el ida y vuelta mantiene la tensión.

Técnicamente impecable, el film pone en juego una gran historia, y grandes personajes… un cine argentino de género que funciona, atrae y entretiene, involucrando con empatía al espectador.