El rey Arturo: La leyenda de la espada

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Sin saberlo Uther, su hermano Voltigern lo enfrenta por la corona de Inglaterra; a Uther (Eric Bana) lo asiste Excalibur, la espada fraguada por el mago Merlín, pero a Voltigern (Jude Law) lo beneficia un pacto con la magia oscura, y derrota a su hermano, echando la espada al mar. Del conflicto escapa, cual Moisés, el pequeño Arthur en una balsa, que navegará toda la noche hasta encallar en Londinium, el nombre que tuvo Londres en tiempos romanos e inmediatamente posteriores.
Arthur crece en una aldea de truhanes, un grupo de rebeldes que le provocan tirria a Voltigern; pero Arthur desconoce su origen, sólo cuando una maga (Astrid Bergès-Frisbey) le presenta la espada, irá redescubriéndolo, cada vez que toma su empuñadura. Hay algo gastado en los flashbacks, en los momentos en que Arthur reconstruye la historia volviendo al pasado, pero Guy Ritchie (Snatch; Juegos, trampas y dos armas humeantes) tiene estilo para salir airoso de todo lo trillado.
Lo mismo ocurre con las batallas, los duelos de espada y los monstruos pantagruélicos: no hay nada que no se haya visto, pero Ritchie logra hacer vibrar la butaca. La historia es igualmente conocida (otro británico, John Boorman, la contó en Excalibur, otro film fantástico), pero Ritchie presenta a un Arthur rebelde y hasta poco amistoso, de mal carácter, capaz incluso de escapar tirando la espada, que le será rescatada y devuelta por una sirena. Las mujeres del film tienen un rol especial.
La bella Maggie (Annabelle Wallis) es una doble espía, y la maga es aquel personaje que aparece cuando todo está mal, pone los ojos negros, se posesiona (casi como un scanner del film de David Cronenberg) y hace aparecer criaturas (aves, serpientes gigantes) que complican el terreno al rival. JudeLaw está impecable como villano; Charlie Hunnam está ok como Arthur.
El film es entretenido y saca a Ritchie del bochorno que fue su adaptación a la pantalla de El agente de CIPOL (2015). Ah, y el final deja todo abierto a una secuela, así que a esperar novedades de los caballeros de la mesa redonda.