El retrato postergado

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

De haber proseguido con su obra, el escritor desaparecido durante la dictadura cívico-militar Haroldo Conti hubiera llegado a ser, sin dudas, una figura emblemática de la literatura argentina. Aún así textos como La balada del álamo carolina, Alrededor de la jaula o Sudeste lo siguen posicionando como un narrador notable, con pocos parangones entre pares argentinos y latinoamericanos. El retrato postergado reúne, fundamentalmente, material documental inédito y valioso que iba a formar parte, hace más de treinta años, de un film que iba a recorrer el aspecto humano que había detrás del escritor. Trabajo que estaba siendo llevado a cabo por un joven cineasta llamado Roberto Cuervo y que quedó abortado debido al secuestro sufrido por Conti. Un retrato vivencial que no pudo concluirse y que le da título a un trabajo interesante, con algunas búsquedas expresivas atendibles por parte de Andrés Cuervo, hijo de Roberto, que se apropió de ese material –que incluye tomas junto a Rodolfo Walsh y opiniones de Galeano y Martha Lynch- y lo amalgamó con otras imágenes hasta conformar una nueva película. Lo más atractivo de esta breve obra sea seguramente escuchar el testimonio parlante del autor, expresiones que pueden mostrarlo cotidiano, descriptivo, mordaz, descarnado; pero siempre lúcido.