El repostero de Berlin

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

En esta ópera prima del israelí Ofir Raul Graizer, un talentoso repostero berlinés mantiene una relación amorosa con un ingeniero casado que llega desde Jerusalén por temas de trabajo. La historia continúa en Israel, luego de que el taciturno protagonista de la historia se entera de la muerte de su amante en un accidente de tránsito y decide viajar hasta allí para encontrarse con su esposa, oculto detrás de una identidad falsa. La riesgosa decisión tiene consecuencias. Pero la agudeza de la película está concentrada en otro lugar: más que los detalles del drama íntimo, lo que resuena con potencia son los resultados de la rigidez de una sociedad anclada en mandatos religiosos ancestrales que, en este caso, se transforman pronto en mucho más que un mero telón de fondo.