El regreso de Gulliver ofrece una película de animación pensada para el target de espectadores de cinco a diez años, que es el público que llegará a disfrutar esta propuesta.
Los chicos que pertenecen a ese nicho de público probablemente desconocen al clásico personaje literario de Jonathan Swift o no recuerdan la última adaptación live action protagonizada por Jack Black.
El film es una producción independiente de Ucrania, un país que nunca fue una potencia en este género y presentaron su mayor esfuerzo en este proyecto. La animación tiene sus limitaciones y se nota que tuvo un presupuesto moderado pero dentro de todo el espectáculo que ofrece es decente.
El diseño de los personajes es muy similar a lo que hicieron los rusos en los últimos años con la exitosa saga de La reina de la nieve, cuya última entrega llegó a los cines argentinos.
La versión de Gulliver que se presenta en este film no tiene nada que ver con su fuente literaria y el protagonista está más inspirado en Flynn, el héroe de Enredados.
La personalidad es la misma con la diferencia que acá no aparece Rapunzel. Si bien no es una producción precisamente apasionante, para los más chicos que no tienen tantas opciones en la cartelera es una alternativa para entretenerse con una historia de aventuras.